¡Campana!
Sonó el teléfono de John. Deslizó el dedo para desbloquear la pantalla y vio el mensaje de Shannon.
—John, ¿estás durmiendo? Escuché que va a llover mañana. Recuerda ponerte algo de ropa y descansar antes de terminar tu trabajo.
Su rostro no mostraba emociones cuando él miró el texto. Apagó la ventana de chat y tecleó otra aplicación de grabación de voz.
Un rato después, las voces salieron de la aplicación.
—Llevas todo el día cosiendo. ¿Por qué no continúas mañana?
Era la criada a la que se le asignó el cuidado de Sherry.
Continuó la voz de Sherry.
—Si estás cansada, ve y descansa. Deja de molestarme.
John tenía una sonrisa suave en su rostro cansado.
La doncella dijo:
—No te estoy molestando. No quiero ver tus manos tullidas antes de soltarte.
—De ninguna manera. Mi cuerpo está hecho de acero. Ese maldito John quedará paralizado antes que yo —dijo Sherry.
John entrecerró sus ojos.
—¿De qué estás hablando? Estoy hablando de tus manos, no de otro lado —dijo la sirvienta.
—¿Qué? También estoy hablando de mis manos. ¿Qué hay en esa pequeña cabeza tuya, cariño?
Sherry empezó a parecer provocativa.
—¿Sigues tratando de actuar dura? Yo creo que tu cuerpo no es de acero, ¡requiere una paliza de acero!
—¿Qué pasa? ¿Quieres pegarme?
—Yo... yo... ¡olvídalo!
—Ejem. Eres tan tonto como ese bastardo de John.
—¿A quién llamas asno?
John Stockton. ¿No me escuchaste?
La criada se quedó sin palabras.
—¡Hmph!
En esta noche en particular, logró terminar la última pieza de la semana antes de que el cielo se oscureciera.
Estiró su cuerpo antes de que el sol se hundiera en el horizonte. Regresó a su habitación, se acostó en la cama y comenzó a jugar con su celular.
¡Golpe!
Hubo un golpe repentino en la puerta.
Sherry sostuvo el teléfono con nerviosismo y dijo:
—Adelante.
La puerta se abrió. Era Julie en lugar de la criada.
Sorprendida y confundida, Sherry la miró.
—¿Julie? ¿Qué te trae por aquí?
Julie dijo:
—Escuché que has tenido pan y mantequilla durante una semana. Sé que fue John quien dio la orden, pero sigues siendo un ser humano. Si continúas comiendo mal, tu cuerpo sufrirá. Así que te traje algo de comida y están en la mesa afuera.
Los ojos de Sherry brillaron ante la palabra “comida”, pero despertó sospechas.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: La ex esposa secreta de Amo Odell
Que paso que se cortó el final?...