Shannon la siguió, la interceptó y le preguntó nerviosa:
—¿Adónde te llevó John? ¿Qué estaban haciendo ustedes dos ahí afuera?
Sherry hizo un puchero.
—Shannon, ¿por qué automáticamente asumes que debo estar saliendo con él?
La expresión de Shannon cambió. Con los ojos muy abiertos, presionó:
—Solo dime a dónde fuiste.
Cansada y con ganas de dormir, Sherry respondió simplemente:
—Asistimos a una reunión en un restaurante.
Una frialdad se deslizó en el comportamiento de Shannon.
—¿Te llevó a una reunión?
Confundida por la fuerte reacción de Shannon, Sherry preguntó:
—Sí. Solo estaba allí para sostener su maletín. ¿Cuál es el problema?
La mirada de Shannon permaneció fija en ella.
—¿Cómo te presentó a los demás?
Al darse cuenta de las intenciones de Shannon, Sherry respondió con franqueza:
—Me presentó como la sirvienta.
La expresión helada de Shannon se suavizó un poco, pero sus ojos permanecieron muy abiertos. —Sherry, necesitas conocer tu lugar. No sobrepase los límites. Si te atreves a pensar en John, mamá y papá no te dejarán escapar.
—Hmph. Shannon, Shannon, ¿de verdad crees que les tengo miedo? —se burló Sherry.
La expresión de Shannon volvió a cambiar, dejándola momentáneamente sin palabras.
Acercándose a Shannon, Sherry continuó:
—Shannon, en lugar de preocuparte de que me acerque a él, tal vez deberías cuidar de tu precioso Johnny John.
La molestia se deslizó por las facciones de Sherry.
Shannon se rio del silencio de Sherry y siguió su camino.
El aire de la noche era fresco, con una suave brisa alborotando el cabello de Sherry. Sus manos y piernas estaban inusualmente frías. Mientras veía a Shannon desaparecer de la vista, una sonrisa permaneció en sus labios. En el ámbito de los afectos de los padres, nunca podría superar a Shannon.
Si pudiera elegir, elegiría nacer en un pueblo humilde como una persona normal, querida por unos padres que la trataron como si fuera suya, como las niñas con las que jugaba en su juventud.
No habría tenido que soportar el tormento de su tío cuando lloraba por sus padres, ni habría sentido la punzada de los celos cuando su supuesta madre mostraba más cariño por los demás que por ella.
Tal vez cometió algún error en una vida pasada, lo que la llevó al castigo actual de crecer sin padres.
Con un suspiro y un resoplido, se dirigió a las habitaciones del personal. A su partida, una criada uniformada emergió de las sombras.
Tras los respectivos regresos de Shannon y Sherry, la criada fue a la casa de Julie.
…
Sherry se tomó su tiempo para regresar a las dependencias del personal.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: La ex esposa secreta de Amo Odell
Que paso que se cortó el final?...