Los ojos de Sylvia se iluminaron.
El hecho de que él accediera a que ella se pudiera reunir con los niños ya había superado sus expectativas.
Ella respondió con un tono agradable: "De acuerdo".
Odell miró a los dos niños que seguían pegados a ella. Le dijo con bastante amargura: "Ahora vete".
Sylvia sonrió. "Hay algo más que me gustaría decir antes de marcharme".
"¿Qué es esta vez?".
"Liam e Isabel siguen asistiendo al jardín de infancia que está cerca de mi trabajo, así que a partir de ahora, yo seré quién los recogerá del jardín de infancia y los traeré de vuelta aquí".
Odell frunció el ceño. "¿No habías renunciado ya?".
Después del incidente de la última vez en la Casa Elísea, había mandado a unos hombres a esperar junto a la escuela primaria en la que ella había trabajado para emboscarla. Al final, sus hombres le habían informado que ella había renunciado y se había escapado.
Sylvia declaró: "Encontré otro trabajo en un taller de talla de madera".
¿Tallado de madera?
Odell la miró inquisitivamente. "¿Sabes tallar madera?".
Sylvia sonrió. "Más o menos".
Odell la miró fríamente. "Envíame la dirección y el horario de trabajo cuando vuelvas. Te daré una respuesta después de considerarlo".
¿Podría alguien como ella aprender a tallar madera, en primer lugar?
Parecía ser uno de esos trabajos extraños.
Aun así, supuso que necesitaba evaluarla antes de decidir si le dejaría recoger a los niños todos los días.
"De acuerdo", dijo Sylvia mientras se levantaba.
Tanto Isabel como Liam la miraron con expresiones neutras.
¿Cómo iba a decir Sylvia que no a esos queridos niños?
Se inclinó de nuevo para darles un fuerte abrazo y luego los besó en las mejillas antes de obligarse a salir de la casa.
Los dos la siguieron hasta la entrada como fieles mascotas de la casa, pero los guardaespaldas les cortaron el paso.
Odell contestó: [Elabora. No menos de mil palabras].
Ella se quedó sin palabras.
Respiró hondo, buscó en Internet descripciones de puestos de trabajo relacionados con el trabajo de la madera y encontró información detallada que satisfaría a Odell.
Copió el contenido y se lo envió.
[Organízalos en un archivo y envíalos de nuevo].
Sylvia volvió a quedarse sin palabras.
¡Maldita sea!
Sylvia los puso en un archivo organizado y se lo volvió a enviar.
Aunque la aplicación de mensajería le indicó que el hombre había leído el mensaje, no hubo respuesta.
Ella esperó hasta la medianoche y siguió sin recibir respuesta. Procedió a enviarle un mensaje de texto: "Odell, por favor, contéstame cuando estés libre. Si no me respondes para mañana por la mañana, supondré que has aceptado las condiciones y empezaré a recogerlos del jardín de infancia a partir de mañana".
Pasados diez minutos, seguía sin haber respuesta por parte del hombre. Sylvia tiró el teléfono a la cabecera de la cama, se tapó con la manta y se quedó dormida.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: La ex esposa secreta de Amo Odell
Que paso que se cortó el final?...