La ex esposa secreta de Amo Odell romance Capítulo 473

La imagen mostraba el baño de mujeres de Cielo Exuberante, y Odell estaba parado a un lado de la imagen, mirando fijamente a la fila de retretes.

Aunque la imagen solo mostraba su lateral, Tara lo reconoció a primera vista.

‘¿De verdad persiguió a una mujer hasta el baño?’.

El rostro de Tara palideció y su ansiedad aumentó.

‘¿Se enamoró de otra mujer? No, finalmente me deshice de Sylvia. ¡No puedo dejar que otra mujer me lo arrebate!’.

...

A la mañana siguiente, Tara se arregló y fue a la Torre Carter.

Los guardias de seguridad y la recepcionista la reconocían, por lo que pudo acceder libremente a la oficina. Tara entró en el ascensor y subió directamente a la planta más alta.

En el interior de la amplia oficina, un hombre vestido con un elegante traje negro estaba sentado detrás de la mesa revisando una montaña de documentos.

Cuando se abrió la puerta, levantó la vista y vio a Tara en la entrada. Su expresión denotaba cierta irritación.

Tara sabía perfectamente que a él no le gustaba que lo molestaran mientras trabajaba, pero no podía preocuparse por eso. Sus ojos estaban llorosos mientras corría hacia él con una expresión de dolor. Su piel clara se dejaba ver mientras su físico seductor se veía acentuado por el vestido ajustado que llevaba.

Sin embargo, Odell no se sentía atraído por los rasgos que la destacaban. Reprimió su enfado y la miró a la cara. “¿Qué haces aquí?”.

Preguntó Tara en voz baja. “Todo Internet habla de que perseguiste a una mujer hasta el baño. ¿Es cierto?”.

La mirada gélida de Odell se mantuvo firme. “Lo es”.

Las lágrimas rodaron por sus mejillas y empezó a sollozar.

“¿Por qué lloras?”. Quedó desconcertado por su reacción.

Tara seguía sin obtener una respuesta completa de él, así que se quedó mirándolo con una mirada de pena. Incluso se quitó sutilmente el chal que llevaba al hombro.

Odell volvió a centrar su atención en los documentos de la mesa. “Todavía tengo que trabajar. Vete a casa”.

La mirada de Tara se desvió. Corrió a su lado y lo abrazó con fuerza. “Odell, por favor, déjame volver a tu lado. Quiero estar contigo. Puedo ayudarte a cuidar de los niños y de la Abuela”.

El hombre frunció el ceño mientras le quitaba los brazos de encima, pero ella quería abrazarlo, incluso se arrojó a sus brazos.

Cuando la expresión de Odell se volvió gélida, la empujó al suelo y ella lo miró con incredulidad. Tenía los ojos llorosos y una expresión de agravio.

Odell dijo fríamente: “No estoy de humor para esto. Vete a casa”.

Sylvia llevaba muerta cuatro meses y él seguía sin encontrar el cadáver. Aparte de que ya no sentía nada por Tara, aunque sintiera algo por ella, no elegiría estar con ella en este momento tan delicado.