La llegada de Felicidad romance Capítulo 51

- Esto termina aquí-

Las indiferentes palabras de Adán sorprendieron a Olivia.

Si la persona que cometió el error hoy era otra persona, ella no creía que Adán terminara con este asunto tan fácilmente, compensación o despido, siempre se ocuparía de ello, hoy la actitud eufemística de Adán era obviamente anormal.

- ¿Pero qué hay de la pérdida de más de 40 millones de dólares? La parte financiera ya lo ha informado ... Este no es un proyecto pequeño. Si la junta directiva pregunta ...-

Adán dijo con calma, - Completaré los 45 millones de dólares perdidos-

¿Realmente compensó los 45 millones de dólares por Estrella?

El rostro de Olivia estaba pálido, respiró hondo, se mordió el labio y dijo, - Adán, incluso si pierde 300 millones, ¿no estás dispuesto a dejar que Estrella se vaya de Grupo Rouco? Ella ha prometido renunciar siempre que estés de acuerdo, no hay necesidad de que pagues los trescientos millones por ella-

¿Dónde está la mujer Estrella que vale cuarenta y cinco millones de dólares? ¡Incluso una fracción de esta cantidad no vale la pena!

Los ojos oscuros de Adán estaban ligeramente aturdidos. Cerró la computadora portátil, levantó la mano y acarició los gemelos con descuido, - Estrella es la señora Rouco, si ella es expulsada de Grupo Rouco, me avergonzaré. Gasta 300 millones para evitarlo. ¿Alguna pregunta?-

- Pero nadie en el mundo exterior sabe que ella es la esposa de Rouco, no tienes que hacer esto ...-

Adán se puso de pie con gracia, moviéndose lentamente. Cuando la miró, sus ojos eran perezosos, pero un suspiro de vergüenza se cernió, - directora Olivia, si quieres empeorar las cosas, me temo que te avergonzarás-

El corazón de Olivia se sorprendió.

El tono de Adán era ligero y gentil, pero feroz y frío.

Ya había hablado sobre este punto, y Olivia debería entenderlo incluso si era estúpida. Se tragó la garganta seca y apretada, forzó su rostro, frunció los labios y dijo, - Iré primero a la escuela de Dante. No llegues tarde-

Cuando las palabras cayeron, pisó sus tacones altos y salió apresuradamente de la oficina.

Adán llamó a la línea interior del escritorio, - Deja que Estrella venga a mi oficina-

...

Cuando Estrella caminó hacia la puerta de la oficina, respiró hondo unas cuantas veces antes de llamar a la puerta y entrar.

Aunque estaba mentalmente preparada para ser regañada por Adán, todavía estaba asustada cuando entró. Se paró a la distancia más segura de Adán, con la cara hacia abajo, las cejas bajas y la mirada complaciente en los ojos del hombre. Como un estudiante que había hecho algo mal y tiene miedo de ser castigado.

- Ven-

¿El hombre la miró con ojos oscuros, parada tan lejos de él, tan asustada de él?

No era un monstruo, si lo fuera se la habría tragado en el abdomen hace mucho tiempo sin dejar ningún hueso.

Estrella avanzó unos pasos, todavía a la defensiva alejándose de él. Adán levantó la mano y pellizcó el hueso de la frente, exhalando profundamente con impaciencia. Estrella escuchó un leve suspiro de impaciencia. Pensando que iba a estar loco de nuevo, cuando levantó los ojos, el hombre se había acercado a ella con las piernas largas y la agarró de la muñeca.

El hombre se quedó mirando el llamativo rasguño rojo en su blanco y delgado brazo, la cicatriz rezumaba agua amarilla y estaba un poco roja e hinchada, la había roto con una carpeta hace unas horas.

El hombre tomó las finas yemas callosas de los dedos y acarició suavemente la herida, - ¿Te duele?-

Ella frunció el ceño y asintió con la cabeza, - Sí, un poco-

Pensó que Adán era tan compasivo que se compadecería de ella. Quién sabía, el hombre la miró con frialdad, - El dolor es el mejor, déjate recordar-

Se lamió los labios, - No importa si lo recuerdo o no. Ya escribí mi carta de renuncia y planeo renunciar-

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