La llegada de Felicidad romance Capítulo 54

Estrella fue obligada a levantar su cara mojada por lágrimas. Los ojos llorosos miraron la cara guapa del hombre que acercó a ella. Los labios delgados de Adán eran más suaves de lo que pensaba. Se quedó suspensa en ese momento y se paró allí como una tonta. Este beso no fue profundo tampoco muy sensual, pero le hizo que su corazón latía más rápido.

Adán la soltó, sus ojos negros la miraron profundamente, las esquinas de sus labios delgados levantaron, -Así, ¿puedes calmar?-

Estrella perdió el control y gritó a Adán muchas palabras irrazonables hace un momento. En ese momento, ella no sabía cómo respondió por el beso, ni siquiera podía enojar. Solo se convirtió en rojo su cara y se paró allí, bajando la cabeza y mordiendo el labio, se sintió tan embarazosa que deseó esconder en cualquier esquina.

El hombre bajó un poco su vista, miró al cuello blanco con curva linda de la mujer, la bromeó, -¿Realmente no quieres la villa?-

-...-

Estrella estaba muy avergonzada, pero tomó decisión, se obligó su misma a levantar la cabeza y dio una sonrisa a Adán, -Yo...Sólo dije algo enojado. Eres magnánimo, puedes fingir que no dije nada...-

El hombre miró su cara con una sonrisa “aduladora” de ella, frunció su ceño con descontento, -Tu sonrisa es muy fea.-

-...-

El hombre metió sus manos en bolsillos, dio la vuelta con mucho disgusto.

Estrella subconscientemente levantó la mano y tocó sus labios que todavía están calientes, murmurando que si ella era fea, ¿hace un momento por qué él disfrutó de eso beso?

-Dónde está el baño?-

Él miró a ella con las manos metidas en sus bolsillos, Estrella bajó la mano que estaba tocando los labios, no quería que él malinterpretó que ella estaba pensando en ese beso.

-¿Baño? El baño está arriba.-

El hombre subió las escaleras como se fuera habitual, no creía que era un invitado. Estrella lo llamó, -Hay un baño abajo, puedes usar lo de abajo...-

Antes de que ella terminara de hablar, Adán no dudó en subir las escaleras, dejó una frase en voz fría, -Quiero bañarme.-

¿Bañarse? ¿Este hombre se bañó en el día?

Estrella lo persiguió, lo detuvo y dijo con vigilancia, -Si quieres bañarte, puedes volver a tu casa a bañarte. No es apropiado aquí, y no tengo gel de ducha para ti...-

Frente a los ojos fríos e agudos de Adán, cuanto más hablaba, más tenía miedo. Su mirada parecía decirle a ella -Sigue, sigue mintiendo.- Al final, la voz de Estrella poco a poco bajó.

Adán la miró fríamente. -¿Cuál cuarto es el baño?-

Ella señaló su dormitorio, mordiendo sus labios porque no quería contestar, -Está en mi dormitorio...-

A Adán le importó demasiado la limpieza. Además era verano, cuando había golpeado a Iván, sudaba un poco. Pero para Adán lo que más insoportable era que él cogió el fuerte olor de perfume de hombre de Iván. Con el gusto de Adán, el olor de este perfume compuesto fuerte era muy vulgar y muy acre, él no podía aguantar ni un momento.

Estrella escuchaba el sonido del baño y se quejó en silencio de que un hombre se bañó en el día, era demasiado quisquilloso.

Ella echó un vistazo y vio una cajita de hierro de estilo antiguo que estaba en el cajón de su escritorio, la encontró cuando limpiaba varios días antes.

Abrió la cajita de hierro, estaba contenido todo lo que Iván le había dado.

En una tarjeta de Navidad que le dio por Iván decía,

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