La mate de Hades. romance Capítulo 20

Si bien el amor duele, las palabras lo hacen mucho más.

Los ojos de Ónix fueron hasta donde estaba Hades, se sentía traicionada y engañada, pensaba que entre ellos dos estaban bien. Ella creía que si lo intentaba, si lo protegía podría haber más aceptación de parte de él y de los suyos...

Liz vio a su amiga y caminó hasta donde estaba, los lobos que protegían a Ónix; no sabía de qué, dejaron que ella pasara. En aquél círculo ella se transformó, ambas se miraron.

—Ónix —Sus ojos se cristalizaron.

—Yo solo quería... —A pesar de que ella tenía unas grandes ganas de llorar, unas grandes ganas de desplomarse ahí mismo no lo hizo, si no que mantuvo su postura.

—Si él no ve... Solo, desaparece de verdad. —Aquellas palabras se calaron en ella.

—A pesar de que lo anhelo no puedo... No puedo dejarte —Y ahí, Liz se dio cuenta de que no valía más lo que tenía con su alfa, si no todo lo que construyó junto a su mejor amiga todos estos años.

—Yo te seguiré a donde desees, Ónix.

—¿Por que hablas como si me fuese a ir Liz? —La mencionada sonrió de lado viendo al lobo que estaba al lado de ellas, este también lo hizo y en sus ojos lobunos había una promesa, había un: yo la voy a cuidar, no importa que.

—Escúchame bien Ónix —La chica bajo su mirada a sus manos entrelazadas.—No importa lo que pase, debes hacerte fuerte por todos nosotros, por cada uno de nosotros.

—¡Basta! —Hades junto a su primo trataron de acercarse hasta donde se encontraban sus omegas, pero aquello se les fue negado por una gran fuerza invisible. Una fuerza que era mucho mas fuerte que algo que había sentido alguna vez. —Yo no iré a ninguna parte.

—Yo creo que si...

—¿Por que hablas como si supieses algo? —Sus ojos se encontraron.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: La mate de Hades.