La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 113

Al llegar a casa de mis padres, la abuela recibió a Jacob y Alex, le pareció extraño que sólo ellos fueran.

—¿Por qué Sasha no vino? —preguntó la abuela con zozobra.

—Se sintió mal y la llevé al hospital, mamá Lourdes ¿podrías cuidar de Alex por hoy?

—Claro que sí, no te preocupes ¿y cómo está Sasha?

—Llegamos a tiempo y por ahora estaba durmiendo.

Le explicó Jacob a la abuela mientras entraban a la casa, pero la abuela se sorprendió al verle el labio partido a Alex.

—¿Qué le pasó?

—Tuvo una pelea ayer con otro niño.

—No está bien pelear con tus compañeros.

—Lo sé, abuela, mamá ya me dijo —dijo apenado Alex.

—Con que hayas entendido está bien.

Jacob se despidió de ellos y fue al hospital a esperar que Sasha despertara, y también contestó mensajes a la familia que preguntaban cómo estaba Sasha, unas horas después Sasha despertó y Jacob estaba bebiendo agua, cuando terminó al verla y ella a él, Sasha simplemente desvió la mirada, porque ya sabía lo que le iba a decir y se le llenaron de lágrimas los ojos.

—No llores, cariño, o le hará daño al bebé, no lo perdiste, llegamos a tiempo —dijo Jacob y le acarició la mejilla y Sasha volteó a verlo.

—¿De verdad no lo perdí? —al preguntar sus ojos brillaban esperanzados y Jacob le besó la frente.

—No, amor, pero deberás de tener unas semanas de reposo absoluto, por lo que yo me haré cargo de Alex y tú, amor de mi vida, tendrás que aguantar estas semanas por el bien de nuestros hijos, Alex y este que llevas dentro ¿sí?

Sasha asintió y tocó su vientre que aún estaba plano llena de esperanza, ya que aún llevaba al bebé dentro de ella. Después de salir del hospital Jacob se encargó de que Sasha guardara reposo absoluto, Alex cambió de kínder y le fue muy bien, los días fueron pasando rápido aunque a Sasha se le hacían aburridos, con el pasar de los días Sasha miró cómo su vientre plano iba formando un pequeño bulto y conforme, pasaban las semanas, se hacía más grande, a los tres meses José le hizo el ultrasonido a Sasha dejando ver que llevaba dos, aunque no hubo más incidentes José sabía que todo podía pasar y también sabía que habían llegado a los tres meses gracias al cuidado excesivo de Jacob.

—Toda va bien, así que ya puedes hacer algunas actividades sin sobre esforzarte —dijo José mirando a ambos.

—Eso quiere decir que puedo llevar a Alex al kínder.

—Sí, pero nada de cargarlo para bajarlo del auto, si en un mes no pasa nada con esta actividad, entonces hablamos de más actividades, ya que llevas dos pequeñines allí dentro.

Sasha y Jacob se sorprendieron al escuchar a José.

—¡Dos! ¡¿Has dicho dos?! —dijo con asombro Sasha, no podía creer que llevará dos bebés.

—Sí, llevas dos, así que te debes de cuidarte el doble.

Sasha asintió con una sonrisa la cual había recuperado gradualmente al igual que fue superando su depresión a pesar de no salir de casa y tener poca movilidad, esa depresión parecía haber desaparecido, al salir del hospital Jacob fue quien condujo el auto y fueron por Alex al kínder, y cuando vio a Sasha, salió corriendo feliz por ver a su mamá recogerlo de nuevo con Jacob, Alex tenía curiosidad de saber porqué Jacob la había dejó ir, así que Sasha con una enorme sonrisa le dijo que ya podría ir a dejarlo y recogerlo, a Alex le agradaba mucho la idea y más porque su papá atraía la atención de las mujeres, y eso no le gustaba, porque él era de su mamá y de nadie más.

La persona que vigilaba los movimientos de la familia no había podido hacer su movida, porque Sasha siempre estaba en casa, esta era como una fortaleza, ni siquiera un pájaro entraba sin que lo supieran los guardias, la única posibilidad era fuera de casa, pero para el aniversario luctuoso de nuestro padre, Sasha no pudo ir a visitarlo por su estado, pero ahora ella había salido y la persona que la vigilaba empezaba a formular un nuevo plan.

Jacob llevó a Sasha al cementerio, ya que él sabía que Sasha había querido ir en el aniversario luctuoso de papá, al llegar Alex se quedó con Jacob dejando que Sasha pusiera las flores.

—Hola papá, siento no haber venido en tu aniversario, pero supongo que ya sabes que tus nietos estaban en peligro, pero vine hoy para verte y contarte lo que ha ocurrido.

Sasha le hablaba a papá mirando la tumba, Jacob y Alex la dejaron hablar, hasta que terminó de contarle todo lo de este último año, salieron del cementerio rumbo a casa, los días se convirtieron de nuevo en meses y llegó mi aniversario, Sasha tenía 5 meses de embarazo, su panza era muy notoria aunque para tener gemelos era un poco chica, aunque llegar al cuarto mes fue duro, ahora ya podía tener una actividad medio normal, ya que ni José ni Jacob querían una sorpresa, Sasha, Jacob y Alex iban juntos.

—Alex, aquí está tu tía Samantha, mi hermana mayor y la primera esposa de Jacob —Sasha dijo, él miró mi nombre—, hola Sam, trajimos a nuestro primer hijo, él es especial, no lleva mi sangre pero sí la de Jacob o y también espero gemelos.

Ambos hablaron conmigo desde sus pensamientos diciéndome todo, y Alex pedía que cuidara a su mami y hermanos, cuando terminaron en el cementerio, fueron a casa de mis padres, ya que era fin de semana, cuando Sasha estaba en algún sofá, Jacob o Alex siempre le acariciaba la panza esperando que justo en ese momento se movieran los bebés y sentirlos, y no eran los únicos, cuando Sasha estaba descansando, sintió un enorme antojo de comer pepino con crema de cacahuete, aunque por la noche terminaba con la espalda adolorida, ella no dejaba sus actividades, no mientras no pusiera en peligro a los bebés, así se fue a la cocina y a buscar, pero una chica de servicio le dio lo que ella buscaba y cuando estaba a punto de comer, Joel la atrapó en la cocina y le dio una palmada en la espalda, no fue muy fuerte, pero Sasha sintió que la espalda le hormigueaba, aunque no fue demasiado incómodo, miró a Joel.

—Deja mi espalda, Joel.

—Lo siento, ¿qué comes?

—Pepino con crema de cacahuete ¿quieres?

Escuchar la combinación hizo que a Joel se le revolviera el estómago:

—No, gracias, provecho, prima.

—Jajaja, sabe bien, pero está bien, no te obligo.

Joel la miró:

—¿Prima, estás segura de que llevas dos allí dentro?

Sasha miró su panza aunque era muy notoria, realmente no parecía de gemelos.

—Eso dice José y sus ultrasonidos —Sasha volteó a mirar a Joel—, ¿qué quieres?

Joel miró a los lados y luego cargó a Sasha y la sentó sobre la barra:

—Necesito tu visto bueno y sobre todo tu discreción.

Sasha asintió y Joel sacó una cajita negra, al abrirla había un anillo de compromiso que era en color negro, dos líneas de pequeños diamantes y en el centro el diamante principal, y Sasha se emocionó, porque sabía lo que eso significaba.

—Joel, yo ya soy una mujer casada y somos primos —le dijo Sasha a Joel para molestarlo.

—Te recuerdo que te casaste con tu tío.

—Touche —dijo Sasha y mordió el pepino con crema de cacahuete.

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