Me desperté temprano más que por mi ruidosa alarma porque mi celular no deja de vibrar.
-Hola-No pude evitar lanzar un bostezo
-Buenos días, Señorita Uriarte le habla el licenciado Segovia ¿Me recuerda?.
Trate de conectar mis dos neuronas y recordar de quien se trata, pero yo no funcionó sin mi café y lo tengo terminantemente prohibido.
-Soy el licenciado encargado del testamento del señor Máximo Galván.
-Ah claro, lo recuerdo.
-La llamo para informarle que realizamos las averiguaciones previas, el trámite del cambio de apellido ya se completó y los resultados de la prueba de ADN realizados arrojaron un resultado positivo por lo cual se comprobó su identidad.
-Bien -Debí contenerme para no gritarles que se tardaron dos meses por una tontería
-Debe pasar a mi oficina cuanto antes para que se le haga entrega de su nueva identificación con su nuevo apellido y debe firmar unos papeles para tener acceso a la herencia.
-Claro y desde este momento puedo disponer de mis propiedades.
-Si señorita le aconsejo abrir una cuenta en el banco y depositar su dinero. También puede hacer inversiones para aumentar su fortuna, yo la puedo asesorar.
-Claro, soy Licenciada en Economía y sé perfectamente como triplicar mi dinero. Ya tengo una cuenta en el banco y me gustaría depositarlo allí.
-Como desee, la veo hoy en la tarde.
-Por supuesto y muchas gracias -Es todo lo que dice antes de cortar la llamada
Prácticamente, salte de la cama y me dediqué a cepillar mi cabello y vestirme, opte por un vestido color azul marino ajustado.
Es increíble que aún me quedé está prenda, pero tengo que aprovechar el tiempo y obviamente saldré a la calle con mi saco.
En cuanto baje a desayunar me percaté de que Margarita y mi tío ya están desayunando. Ella no es la más feliz con el trabajo en la peluquería pero lo tolera.
-¿Por qué tan feliz? -Me pregunta mi tío
-Me acaba de llamar el abogado y oficialmente esa herencia es mía simplemente debo firmar unas tonterías para transferir ese dinero a mis cuentas. ¿Qué quieren cenar está noche?. Yo invito.
Me percaté de que Margarita se ve feliz pero mi tío no.
-Quiero una buena cena, como la de los ricos y También podemos ir de compras. ¡Mi amiga es millonaria!.
Rodee los ojos -No soy millonaria
-Solamente ten cuidado, Belinda, tú sabes como son esas personas.
-Lo sé, tío los conozco a la perfección. Ya he pensado que hacer con ese dinero, lo principal es la prótesis para Mateo, comprar la casa de la abuela y contratar una enfermera para sus cuidados. En cuanto a ti tío.
Él niega con la cabeza -Yo estoy perfecto con mi trabajo
-Te matas trabajando y eso no será necesario teniéndome de mí
-No quiero vivir de ti -Dice el terco
-Bien, pero si aceptaras que le haga unos arreglos a la casa después de todo yo vivo acá
-Está bien
-Quiero hacer unas expansiones en la casa, Mateo y Aarón no serán siempre niños.
-Yo quiero esos dos millones que me debes -Bromea
Reí fuerte -Por supuesto si quieres puedes mudarte con el niño
Ella niega con la cabeza -A mí me encanta vivir con ustedes al menos que ya se hayan hartado de esta mujer humilde
-Cuando te dije que no quiero volver a verte hablaba muy en serio, abuela
-Un error lo comete cualquiera -Ella prácticamente me empuja para entrar al lugar
Me quedé sin palabras cuando ella observó la ropa que coloqué en la mesita.
-Estaba buscando la vieja ropa de Aarón para regalarla a la caridad.
Ella ríe -¿La ropa de Aarón es rosa y huele a nuevo? ¡A mí no me mientes Belinda! ¡Tú estás embarazada!.
Negué con la cabeza -¿A caso me ves gorda?.
-No sería la primera vez que ocultas tu embarazo con ropa holgada. Una vez me mientes, pero dos no. Solamente me queda felicitarte.
-¿Felicitarme? -Reí -Te recuerdo como actuaste cuando supiste de Aarón
-Ahora las cosas son diferentes, amor. Eres una mujer y Diego te adora, todos los días me llama preguntándome por ti. Estoy segura de que estará feliz y se hará responsable de su hijo porque es de él ¿verdad?.
Negué con la cabeza -Es de Emiliano, mi amigo. Cuando hui de Diego me sentía muy mal y él me apoyo mucho, una noche sin pensarlo nos dejamos llevar y me entregue a él. Incluso mi hijo se llamará como él.
-No te creo una palabra
-Es sencillo, abuela muy pronto cobraré una herencia de mi abuelo paterno y si tú te portas bien tendrás dinero para tus medicinas, una enfermera particular y un dinero mensual de por vida, pero si llega a oídos de Diego la noticia de mi embarazo me encargaré de que pases el resto de tu vida en un geriátrico.
-Tú no harías eso
-Sería muy capaz de hacerle eso a la mujer que me desprecio toda la vida y se robó el dinero que mi padre entregaba para mí y la cual me entrego a mi violador.
-Yo siempre he estado de tu lado y no diré nada.
Presiento que está mintiendo por lo cual debo prepararme para lo peor.
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: La obsesión del CEO mafioso.