_ Stone, habla. Dame una razón para no detonar eso.
_ Una razón. Ja, ja, ja, Katty son tan ingenuas las dos.
_ Te arrepentirás de haber nacido.
Sin expresar, emociones. Katty presionó el botón. Pero, Stone se las arregló, para levantarse de la silla ante. Eso tampoco pudo impedir que el líquido tóxico demoledor de cuerpo. No lo tocará. Katty dio la señal de matar a todos. El cuerpo de Stone estaba tirado en el piso. Con un brazo y una pierna echa en color desagradable y de muy mala pinta. El líquido había llagado a su piel.
Destruyendo cada lugar que tocaba. Uno de los guardias lo abrazo, lo cual traspaso el líquido al guardia, El hombre estaba hechos en cenizas en el piso. Él lo miro atónito a la realidad." Esa maldita loca, de verdad estaba tan enojada, que no dudo en detonar esa mierda"" maldición. Ahora estoy hecho una basura. Mi cuerpo.” Como voy a enfrentar, a mis enemigos si soy discapacitado" Katty Benger, te mataré" "lo juro, te despellejaré con mis propias manos"
Combate que no duro mucho tiempo. Él se desmayó, tras pelear consigo mismo. Y tomar un puñal y amputarse el brazo que ardía y destruido. Y la pierna que lo torturaba de dolor. Tras ver su sangre correr por todo el piso.
Más tarde, unos hombres bajo la orden de Jack, lo enviaron de vuelta. Tras llegar el día. Katty estaba en la residencia de JACK. No tenía donde ir más, su apartamento estaba arruinado. Y todas sus pertenencias estaban hechas cenizas.
Tras verla la luz del sol. Reflejarse en la ventana que daba al cuarto, Katty bajo de la cama. Con la cara más pálida que el mismo diablo. Su enfado, su confusión, su rabia, la ardía por dentro. No durmió por toda la noche. Sé metió a la ducha que parecía más una sala de estar y tomo un baño caliente. Tras salir, escucho una breve conversación.
No dejes que ella salga. Sin mi permiso no puede ir a ninguna parte.
_ Si, señor como usted ordene. — decía el guardia y la mucama sin mirarlo a los ojos. Ese hombre era frío y distante. Era como todos los hombres pero con una mirada aguda y desplegada. Muchas veces, no tenía ninguna diferencia, al hielo.
Jack, conocía la personalidad de ella. No dejo dos hombres dejo a más de ocho hombres en la puerta y en la ventana por si intentaba salir por allí. Tras verse acorralada abrió la puerta y lo vio parado. Su mirada era tan penetrante, que podía penetrar su arma y termina con su vida. Esa mirada decía tanta cosas, que un sin fin, en el mundo no podía describir.
El hombre no habló, solo se quedó parado viendo su cara. Katty en la puerta de la habitación, se puso furiosa. Quería reprenderlo, por dejarla aquí y mantenerla como una secuestrada, ahora que él abrió la puerta ella no encontraba palabra que decir.
Su cara deslumbraba, decepción y enfado. La mira con más cuidado, ella podía notar que lucia demasiado sexy. Un demonio demasiado sexy para las mujeres.
Sus miradas se cruzaron una vez más. Y cada uno tenía algo que decir, pero se tragaron sus palabras. Cuando jack vio, una pisca de preocupación en sus ojos. Él habló.
_ Ella está en la habitación de invitados. Está atada por si se le arma la loquera de nuevo.
_ ¿Qué? ¿La loquera? ¿Despertó anoche?
Él, con su cara, esa en un Dios griego. Una escultura para un paraíso de sueño, su mirada escultista. Con el ceño fruncido arqueo. Dijo.
_ La única, que fue parte de la explosión fuiste tú. ¿Me pregunto, que estaba pasando por tú cabezas? ¿Detonaste el detonador mientras que estabas adentro? De loca te pasaste, pero de idiota eres la número uno.
Pero tras hora ella no despertaba. Fue cuando se dio cuenta de que estaba sedada.
_¡Tú, ven aquí!
_ ¿Sí, señorita.?
_ ¿qué paso aquí anoche? ¿Cómo que ella está drogada?
_ ¡señorita, ella anoche volvió a atacarla mientas usted estaba Inconsciente, si mira su cuelo verás la marca!
La cara de katty, se puso pálida y congelada la vez, sin poder dar un respiro, miro al hombre, su mirada interrogativa dijo todo por lo que el hombre pudo detectar muy rápido.
_ ¡Señorita no es una historia inventada, si quiere puedes ver los videos en la cámara, anoche ella, la atacó mientras estaba inconsciente, después choque cuando detono el detonador!
Cuando el hombre dijo eso, Katty se sintió como una idiota ahora. Se había ofendido cuando Jack, lo dijo, pero ahora ardía en la vergüenza.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: La secretaria Indomable