La venganza de mi mujer ciega romance Capítulo 111

Se dice que el camino hacia el enemigo es corte.

Cuando Albina entró por la puerta, se encontró con Yolanda.

Para su sorpresa, Yolanda estaba más radiante que aquel día.

Cuando supo que Albina aprobó el primer turno, se puso furiosa y preocupada, Sin embargo, esas emociones negativas ya desaparecieron por completo. Miraba a Albina con los ojos llenos de confianza,

—Oye, espero con ansias tu nueva obra. ¡Disfruta la competencia de hoy!

Y luego entró con Liliana y Linda a la sala.

Macos se paró junto a Albina con una expresión de desconcierto y frunció el ceño,

—¿Qué le pasa? ¿Por qué está tan segura de que perderás la competencia?

Albina miró fijamente su espalda, con una mala premonición en su corazón.

¿Podría ser que que Yolanda iba a hacer algo, como adivinaba antes?

—Mira Macos, no podemos entrar en pánico ahora. Debemos mantenernos tranquilos sin importar lo que haga Yolanda —y luego respiró hondo—, esta vez hay tantos cámaras y espectadores, ¿qué puede hacer?

—¿Crees que ella sobornará a los jueces? Clair no participará en este turno.

Albina negó con la cabeza,

—No te preocupe por eso. Estos jueces son bien conocidos en el sector, por eso no creo que hagan algo contra sus famas en una ocasión tan importante. A pesar de la ausencia de Claire, seguirá encontrándose aquí su ayudante, que es tan imparcial como su jefa. No creo que sean fácilmente sobornadas.

Pensando que tenía razón, Macos sacudió la cabeza y sonrió,

—Olvídalo, no hagamos conjeturas al azar. Siempre habrá una solución cuando llegue el momento.

Con la incorporación de los medios de televisión, la competencia había sido más profesional y cada vez más personas se preocuparon. Antes era una competencia en el círculo de diseño, pero con la intervención de los medios, atraerá la atención de toda la gente.

Albina tomó el número 40.

Al ver este número, Macos se entristeció,

—¡Qué mala suerte! Eres la cuadragésima de los 50 participantes. Me temo que los jueces se fatigarán fácilmente al final.

Tranquila y calmada, Albina estaba clasificando la ropa que trajo, y dijo con una expresión enfocada,

—Macos, no te preocupes. En casos desfavorecidos no podemos entrar en pánico, además…

Hizo una pausa y sonrió,

—Si las personas detrás de mí no pueden entregar mejores obras que la mía, será más fácil que saquemos mejores notas. Además, los jueces solo calificarán después de todas las presentaciones. Por eso, tienen impresión más profunda hacia las últimas obras.

Macos no tuvo más remedio que suspirar, ya que esta chica estaba más tranquila que él. Albina, que acababa de dedicarse al sector de diseño, participó por primera vez en una competencia a gran escala. En tales circunstancias, no era fácil que ella pudiera calmarse.

—Albina, estás muy tranquila.

—Dado que el número es algo que no podemos cambiar, solo podemos tratarlo con calma —Albina le sonrió con los ojos brillantes.

Macos se sorprendió. Antes, solo pensaba que Albina era hermosa. Después de ver que se preparó para la competencia con todas sus fuerzas, la trató con calma y mostró una gran inteligencia, sintió que era una persona realmente encantadora. No rts de extrañar que a una persona tan fría como Umberto le gustara ella.

Albina tenía este tipo de encanto. Cuanto más se acercara, más gente la quería.

Cada diseñador tenía su propio estudio dedicado. Todas las modelos, que tenían alturas y apariencias similares, eran proporcionados por el organizador, por eso no afectarían a los efectos de los diseño

Viendo que Albina estaba concentrada en arreglar las ropas, Macos salió fuera.

Después de mucho tiempo, regresó y miró a Albina con una expresión enredada,

—Me encontré con Yolanda, y me dijo que su número fue el 12.

Albina sonrió, mirando a Macos con impotencia. Parecía que todavía estaba preocupado por el orden de los números.

Afortunadamente, después de recordarle a Albina, Macos no dijo nada frustrante. Por temor a afectar el estado de su ánimo en la competencia, se quedó en estudio y la ayudó a organizar su ropa.