La venganza de mi mujer ciega romance Capítulo 116

Yolanda estaba contemplando las obras del concursante 39. De hecho, aunque no sabía nada sobre el diseño, se sorprendió por las cinco prendas hermosas y asombrosas.

Si estas obras fueran presentadas por Albina, se seleccionaría para el próximo turno.

—Linda, este diseñador tiene más talento que fama —sorprendida, Liliana miró a la modelo que mostraba la obra de un diseñador.

En las cinco piezas de ropa se encontraban varios elementos, accesorios especiales, patrones y telas, los cuales se combinaban de manera ingeniosa y sorprendente.

Linda también se centró en la ropa de las modelos en el escenario,

—Cuando se trata del estilo chino, lo primero que se viene a la mente es vestido de Han, pero además de esta étnica, en China también viven otras etnias, todos los cuales tienen sus propias características únicas. El diseñador ha perfectamente integrado estos elementos, lo cual me parece realmente ingenioso.

Liliana frunció el ceño,

—Algunos detalles no están en armonía, pero los defectos no ocultan la belleza. Este tipo de creatividad es demasiado única.

Cuando Yolanda escuchó la conversación entre los dos, se sorprendió y cambió rápidamente de tema,

—Si no hay circunstancias especiales, este diseñador también puede estar entre los tres primeros.

La competencia fue muy fuerte: entre los cincuenta diseñadores solo los tres mejores se seleccionarían.

Bajando la cabeza, Linda estaba hojeando su móvil, frunciendo el ceño cada vez más y le hizo señas a Liliana,

—Liliana, ven y echa un vistazo.

Liliana se inclinó con curiosidad,

—¿Qué pasa?

—La ropa exhibida por el diseñador 39 me maravilló. Revisé específicamente su nombre y encontré algunos de sus trabajos anteriores, pero...

Ella acercó su móvil, diciendo,

—Mira, su estilo de diseño anterior no se parece en nada a la ropa que se exhibe hoy. Este es un trabajo que se lanzó hace dos meses. ¿Cómo puede ser tan diferente el estilo?

Cuanto más miraba Liliana, más sospechosa se volvía. Parece que algo andaba mal.

Este diseñador llevaba mucho tiempo en esta industria. Aunque no es famoso, como un diseñador, siempre tendría un estilo de diseño al que estaba acostumbrado.

Era imposible que cambiara su estilo a corto plazo.

Yolanda escuchó los murmullos de las dos y las miró con impaciencia,

—¿Y qué? Tal vez los manuscritos fueran especialmente diseñados para esta competencia. Nadie puede mantener su estilo para siempre.

Liliana y Linda fruncieron el ceño y se miraron.

Habían estado con Yolanda durante el último mes, pero no se dieron cuenta de que ella no era una persona nada amble. ¿Cómo podía hablar de repente por este diseñado?

Mientras hablaba, la puerta se abrió de repente.

Umberto entró con una cara fría sin mostrar ninguna expresión en su rostro, lo cual hizo que la gente se sintiera agresiva.

—¡Umberto! —Yolanda se puso de pie y lo miró sorprendida.

Umberto caminó hacia ella, sin hablar, extendió la mano y la agarró del cuello,

—Robaste el borrador del diseño de Albina.

—No, no —la expresión de Yolanda se volvió sombría y su rostro se sonrojó.

Umberto no contuvo su fuerza en absoluto, con venas azules en el dorso de sus manos y, casi levantó todo el cuerpo de Yolanda,

—Te preguntaré de nuevo, ¿robaste el manuscrito de Albina y se lo diste al diseñador 39?

Cuando preguntó esto, Liliana y Linda quedaron atónitas.

No era de extrañar que Yolanda hablara por aquel diseñador y estará tan emocionada cuando vio la ropa en exhibición.

Sinvergüenza.

Como diseñadoras profesionales, Liliana y Linda menospreciaban a las personas que plagiaran, ya que en cada manuscrito se reflejaban los trabajos y la inteligencia de un diseñador. Por lo tanto, el comportamiento de Yolanda enojó mucho a las hermanas.

Yolanda se puso los ojos en blanco, su respiración era débil.

Umberto realmente quería matarla. Yolanda tenía mucho miedo a la muerte. Golpeó desesperadamente el brazo de Umberto y finalmente lo reconoció con una voz débil.

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