La venganza de mi mujer ciega romance Capítulo 136

Era muy tarde cuando Albina se despertó.

Cuando Umberto fue a su habitación, ella se sintió bastante avergonzada:

—Todos vinieron a celebrarlo por mí pero me emborraché...

—No pasa nada. No les importa —Umberto dijo y la ayudó a arreglarse el pelo desordenado.

Cuando volvieron, Albina se apresuró a pedirles disculpas.

—Está bien, ¡nos estamos divirtiendo! —Miguel la dijo suavemente.

Miguel y los demás sacaron cajas envueltas con mucha delicadeza y se las entregaron a Albina:

—Albina, esto es un regalo para ti, felicidades por haber ganado la competición.

Ariana también le dio uno regalo y se adelantó para abrazarla:

—No estuve contigo durante la competición, lo siento mucho.

—Nada, el trabajo es importante.

Albina se sintió muy feliz y conmovida.

Al volver a Ciudad Sogen, pensó que se sentiría sola, pero nunca esperó conocer a tantos buenos amigos.

Después de la fiesta, Umberto envió a las dos mujeres de vuelta.

Santiago miró la espalda de Ariana y dijo a Camilo:

—Creo que estoy enamorado.

—Cuántas veces has dicho eso, recuerdo que también lo dijiste cuando conociste a Albina antes —Camilo dijo.

Santiago habló con cierta vergüenza:

—Cuando vi a Albina antes, simplemente pensé que era guapa. Pero esta vez es diferente, Ariana tiene un aura muy atractivo, mi corazón palpitó la primera vez que la vi. ¿Entiendes ese sentimiento?

Camilo sacudió la cabeza y dijo directamente:

—No lo entiendo, pero puedo decir que no es fácil de perseguirla.

—¿Por qué eres tan aguafiestas? —Santiago le preguntó.

—Es la verdad, ella parece muy fría y los trucos de hombres no la engañan en absoluto.

Camilo analizó con sensatez y añadió:

—Además, si realmente quieres salir con ella, tienes que prestar mucha atención a eso y no puedes pensar en otras chicas.

Como psiquiatra, Santiago ciertamente podía ver la carácter de ella.

—Tengo que pensarlo.

Le gustaba mucho Ariana, más aún después de hablar, pero también tenía claro que aún no estaba cualificado, y si no podía hacerlo con determinación, temía fallar a Ariana.

—Tienes que pensar cuidadosamente entonces, ella también es la mejor amiga de Albina, si la decepcionas, también puede involucrar a Umberto —dijo Camilo.

Santiago se lamentó y pero no pudo hacer nada.

Miguel ignoró a los dos y se quedó de pie junto a la carretera, su rostro estaba desprovisto de ternura y risa.

Santiago lo vio y le hizo un gesto a Camilo.

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