Labios Escarlatas de la Reina romance Capítulo 8

La entrada al centro comercial.

Esperanza, al ver que Alexandra se negaba a escuchar sus consejos, se fue molesta con las dos chicas que estaban a su lado. No quería verse envuelta en problemas por ella.

Después de que Alexandra le introdujo las agujas a la niña pequeña, su respiración comenzó a estabilizarse y en ese momento, la ambulancia llegó al lugar.

Alexandra retiró las agujas de plata del cuerpo de la niña y las guardó en su estuche. Luego le dijo a la mujer: "Por ahora está a salvo, pero necesita ser llevada al hospital para un tratamiento más intensivo". Después de decir eso, se levantó para irse.

"¡Soy de la familia Castro!", dejó esa frase antes de dar la vuelta y marcharse.

Cuando Sergio y los demás llegaron, vieron la espalda de Alexandra alejándose. Esa vez él estaba en una silla de ruedas, siendo empujado por Mauricio. Sergio observó la figura de Alexandra, sintiendo una extraña familiaridad. Antes de que pudiera pensar más, Brutus ya estaba frente a Margarita: "¿Cómo estás, Margarita?".

Margarita le sonrió débilmente: "Brutus, estoy bien. Una señorita me salvó, es increíble".

Cuando Alexandra llegó, Margarita todavía estaba consciente.

"¿Una señorita?", Brutus estaba confuso.

"Sí, una señorita muy hermosa. Me dio una pastilla y de repente dejé de sentir dolor. También…", Margarita se emocionaba cada vez más, "usó algunas agujas en mi cuerpo, dolía un poco, pero me sentí muy bien después de eso".

Brutus se quedó boquiabierto, luego rio y dijo: "Entonces ella no puede ser tan buena como la señorita sabia".

En su mente, la señorita sabia era inigualable. Sergio miró una vez más la figura que se desvanecía, pensativo.

"Hermano, lo siento, te hice preocuparte", Margarita vio a Sergio en silencio y pensó que estaba enojado, así que se disculpó con cautela.

Sergio la miró a los ojos y toda su ira y preocupación desaparecieron. Acarició su cabeza con su mano larga y dijo suavemente: "Vamos al hospital primero".

Dentro de la habitación VIP del hospital.

Julián abrió la puerta y entró rápidamente. Su rostro apuesto estaba lleno de emoción: "Sr. Flores, ¡buenas noticias! La mitad del veneno en el cuerpo de Margarita se ha ido".

Él era el médico personal de Margarita, sólo se encargaba de su salud. Esa vez también fue con Margarita a Ylard, pero ella siempre se había sentido insegura por su apariencia, no le gustaba interactuar con la gente. Por lo tanto, normalmente no se le veía delante de ella. Por eso no fue con ellas al centro comercial.

Brutus se levantó de un salto, mirándolo incrédulo: "¿Es eso cierto?".

También hubo una chispa de sorpresa en los ojos de Sergio: "¿Estás seguro?".

"¡Sí!", Julián le entregó el informe médico a Sergio, su voz llena de emoción. "Además, el absceso en el ojo de Margarita también ha desaparecido".

Al oír eso, Brutus abrió los ojos: "¿El absceso desapareció? No estás bromeando, ¿verdad?"

Margarita podía no ser bonita en ese momento, pero no siempre había sido así. Cuando ella tenía dos años, fue envenenada, lo que provocó que le salieran muchos abscesos y úlceras en la cara. El veneno era tan fuerte que, a pesar de tres años de diagnóstico médico, todavía no se puede determinar qué tipo de veneno había en su cuerpo. Ni hablar de controlar la propagación del veneno. De hecho, si no se encontraba un antídoto pronto, Margarita podría no sobrevivir hasta la Navidad de ese año.

Sergio estaba muy preocupado por eso, porque muy pocas personas sabían que él debería haber sido el envenenado, pero su hermana bloqueó el veneno por él.

"¿Cómo podría bromear sobre algo así?", Julián le dijo, mirándolo. "Lo he revisado varias veces, y el veneno en su cuerpo realmente se ha reducido a la mitad".

Julián miró a Sergio y preguntó emocionado: "Sr. Flores, ¿a qué doctor has contratado? ¿Es tan bueno?".

Desde pequeño estudió medicina, siendo una de las pocas promesas en el mundo de la medicina, pero no pudo hacer nada por la enfermedad de Margarita. Eso fue un gran golpe para él, por lo que estaba muy emocionado al saber que alguien había logrado reducir a la mitad el veneno en el cuerpo de la pequeña. También quería aprovechar esa oportunidad para aprender y conocer más.

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