La tomo de las manos y se las besó, sus lágrimas mojaban sus arrugadas manos
—Perdóname Agatha yo...creí que te habías ido por... ¡lo que hicimos!
—¡Lloré tu partida!, lloré demasiado, mi dolor fue tan grande, me culpé por ello
—No tú no tenias culpa de nada, ¡fue el destino!
—¿Por que te ocultaste?, porque me hiciste creer que habías muerto, ¿Porqué?
—Fue por tu bien, tenia enemigos, querían matarme y a todos los que estaban conmigo, yo no quería perderte, mande un emisario y me informo que te habías ido del Reino
—¿Un emisario?, a mi me dijo que estabas muerto por eso me quede, porque sirviendo a tu hijo, te veía a ti
—Yo recibí información de tu partida, por eso me fui y no regrese jamas acá
—Que motivo tenia ese hombre para mentirme
—Pues lo sabremos ahora mismo, ya lo sentí, espera un momento
Y Dracula desaparecio, todos se miraban entre sí y Alexander dijo
—Agatha, ¿tuviste algo con mi padre?
Agatha lo miro y se le llenaron sus ojos de lágrimas
—Sí majestad, fue después de que su madre murió, estaba en una habitación limpiándola y sentí que me rodearon la cintura y me jalaban para atrás y respiraron en mi nuca, me asuste, no sabia quien era, me viraron y vi unos ojos rojos mirándome, me desmaye.
—¿Era mi padre?
—Sí, era su majestad, me desperté, estaba el cielo estrellado y me di cuenta que estaba en brazos de alguien, vi unos ojos azules y sus colmillos, me dijo
—Agatha, me gustas mucho, ¿quieres ser mi novia?
—Yo le dije que como podía enamorarse de una sirvienta, Él era el Rey, yo una simple plebeya. Se carcajeo y me dijo que siendo el rey puede escoger a quien le venga en gana para casarse, me agarro el rostro y me beso, yo ya estaba enamorada de Dracula, pero me daba vergüenza decirlo, era una simple mujer.
Acepte ser su novia, estuvimos dos meses, pero no aceptaban nuestra unión y fue cuando quisieron matarlo, empezaron a hacerle emboscadas, se defendia muy bien, pero no sabíamos quienes eran, yo no sé hasta hoy , quienes fueron.
Se vio una estela inmensa escarlata, era Dracula con un anciano como Agatha que al verla palideció y agacho la cabeza
—Ya estamos aquí, bien, quiero saber ¿porque le dijiste a Agatha que yo estaba muerto?
El anciano lo miro y a Agatha, no contesto, estaba nervioso
—¡Contesta Marcus!, te ordené decirle que me esperara en la arboleda, para hablar con ella, ¿porque le mentiste que estaba muerto?, ¡habla!.
El anciano temblaba y dijo
—Yo... estaba enamorado de ella y...pensé que solo quería burlarse de ella, por eso le mentí para que se enamore de mí, pero no lo hizo nunca.
—Con razón empezó a pretenderme, pero siempre le dije que no, ¡nunca te iba a olvidar!
Dracula se puso tan enojado que su cara y ojos estaban rojos y se vio un destello dirigido hacia Marcus
—Estupido, la amaba, pensé que se fue, que...¿sabes? ...¡no mereces vivir!
Y le puso su mano frente a su rostro y le lanzo una energía que lo destruyo por completo, Marcus desaparecio por completo.
Miro a Agatha, se volvió a arrodillar diciendo
—¿En las nubes?, tan lejos
Dracula le sonrió y desplego sus enormes alas, eran negras y brillosas la abrazo y volo tan rápido que todos cayeron de bruces de la tremenda ventisca, mientras volaban Dracula la beso, la amaba tanto que no le importo que todavía era una anciana.
Al llegar bien alto, la miro, ella movio su cabeza dejando expuesto su cuello y entonces la mordio, le dolio un poco, pero sintió lo que entraba el veneno, Dracula volo más alto y empezó la transformación, de a poco se volvia más joven y atractiva como Él la conocio, se desmayo del dolor.
Empezo a bajar con ella dormida en sus brazos, cuando toco tierra, todos se asombraron a ver una hermosa mujer en brazos del vampiro, ya no estaba la anciana que conocian, la deposito con ternura en el sofá, se agacho para besarla diciendo
—Amor despierta, ya regresamos
Agatha empezo a abrir los ojos, vio unos hermosos ojos azules y una boca con colmillos sonriendole
—Dracula, ¿que paso?, ¿ya soy una vampira?
Dracula agarro sus manos y ella se las miro, ya no tenian arrugas, estaba tersas, hermosas, se toco la cara, paso su lengua por sus dientes y sintio los colmillos, abrazo contenta a su amado que se reia de verla feliz
—Agatha, ¡te amo!, siempre te he amado
—Yo también te amo Dracula, siempre has estado en mi corazón
Hadrien se unio a ellos a abrazarlos
—¡Vamos a ser felices los tres!, jajaja
—Papá, cásense igual que nosotros y...quédate a vivir aquí, ¡ya no tienes enemigos!
Se miraron los tres y lanzaron una sonora carcajada de felicidad, al fin estaban juntos
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