Al ver esto, la cara de Serafín se volvió aún más sombría:
—¡Qué demonios quieres!
Frida se mordió el labio:
—Sr. Tasis, ¿por qué me despidió?
Ella le miró con cara de pocos amigos.
Serafín se rió exasperado:
—¿Por qué? ¿Por qué no piensas en lo que has hecho todo este tiempo?
—No he hecho nada —Frida parecía desconcertada.
Serafín comprendió ahora que se trataba de una tontería, no había necesidad de hacerle esa pregunta, sería mejor decirlo sin más.
Pensando en esto, Serafín la miró fríamente:
—Eres una empleada del departamento de limpieza, ¿no te dijo tu jefe que no puedes subir al último piso? Y has subido dos veces, ¿qué quieres? ¿Intentas robar algún secreto?
—No, no estoy tratando de robar ningún secreto —Frida hizo un gesto con las manos para negarlo, —sólo quiero verte, ya sabes, estoy interesada en ti...
—No quiero saber eso, y como he dicho, no quiero que me salves en absoluto si puedo, y si tu rescate sólo me causará problemas y molestias, entonces tu rescate no servirá de nada —Serafín la interrumpió con voz fría.
Las lágrimas resbalaron por los ojos de Frida:
—¿Por qué me haces esto, no tienes corazón?
Ella lo salvó y él le dijo que no quería y que le estaba causando problemas, pero está claro que no lo decía en serio.
—¡Eres tú quien no tiene corazón! —Serafín añadió:
—No sólo no tienes corazón, sino que tampoco tienes vergüenza. No hay nada malo en amar a alguien, pero no puedes esperar que esa persona también te ame a ti, sin mencionar que esa persona todavía tiene una familia. Me has mirado con profundo amor varias veces y me has perseguido, ¿qué quieres? ¿Destruir mi familia?
—Yo... —Frida quería decir que no, pero las palabras acudieron a sus labios, no pudo decirlas.
Los ojos de Serafín estaban llenos de burla:
—Mira, tú misma no puedes negarlo, así que esos sentimientos son sucios. Ayer intentaste arruinar mi boda, ¿crees que te dejaré ir? Ya he pagado tu gracia salvadora directamente con dinero, el dinero ya ha sido pagado a tu padre, a partir de ahora, no hay gracia entre tú y yo, así que vete, no dejes que te vuelva a ver. Si te vuelvo a ver, no tendré piedad.
Después de decir eso, subió a su coche y se alejó de Frida.
Frida miró con desgana la dirección en la que se marchó su coche, y finalmente no pudo aguantar más, se acuclilló en el suelo y gritó.
¿Por qué? ¿Por qué Dios le haría esto?
Ella sólo intentaba perseguir su amor, pero ¿por qué todo el mundo la desprecia y piensa que tiene la culpa?
¿Estaba realmente equivocada?
Mientras pensaba en ello, su teléfono sonó de repente.
Frida sacó su teléfono y lo miró, al ver que era Iván el que llamaba, su cara cambió, entonces se secó apresuradamente las lágrimas y contestó:
—Hola...
—Eres realmente inútil, te pedí que te quedaras en el Grupo Tasis y me ayudaras, pero te echaron incluso antes de que te dejara hacer mis cosas, realmente me decepcionaste —Aunque la voz de Iván sonaba suave, la frialdad que había en ella hacía que Frida se estremeciera.
Agarró el teléfono con ambas manos y preguntó con voz temblorosa:
—Tú... Cómo supiste que era...
—Por supuesto que lo he oído —Iván enganchó sus finos labios.
Los ojos de Frida se abrieron de par en par:
—¿Me has puesto un micrófono?
Iván rió por lo bajo:
—Si no lo hago, ¿cómo puedo saber siempre tus últimas novedades? ¿Cómo voy a saber si me has traicionado?
—No te he traicionado —Frida se apresuró a replicar.
Iván se rió:
—Sé que no lo hiciste, pero no importa, este es el fin de tu anterior cooperación conmigo. Eres un tonto, tal vez no debería haber esperado que hicieras algo por mí desde el principio.
Sabía de los sentimientos de Frida por Serafín, pero no esperaba que esta mujer fuera tan descerebrada.
Felix levantó las cejas:
—¿Ladrón? ¿Qué ladrón?
—Es el ladrón que entró en mi apartamento, ese ladrón incluso dejó todo mi equipaje en el pasillo, ¡es tan abominable! —Frida apretó el puño con una mirada de justa indignación.
Felix finalmente comprendió, un rastro de burla brilló en sus ojos y empujó sus gafas:
—Puede que lo hayas entendido mal, aquí no hay ladrones.
—¿No hay ladrones? —Frida se congeló— Entonces este equipaje mío...
—Lo he tirado —Felix dijo con indiferencia.
La cara de Frida cambió radicalmente y le miró incrédula:
—¿Eres tú? ¿Por qué has hecho eso?
Su mente estaba llena de dudas e inquietudes.
Felix respondió:
—Esta es la orden del Sr. Tasis, el Sr. Tasis dijo que como le ha devuelto el favor, no le debe nada, así que es hora de recuperar este apartamento. Por eso he venido a rescindir el contrato de alquiler con el propietario, y le he ayudado a reponer un lote de muebles nuevos gratis.
Dijo mientras palmeaba el papel que sostenía.
El cuerpo de Frida se enfrió y sus labios se volvieron pálidos:
—¿Por qué? ¿Por qué me haces esto?
Preguntó en voz alta.
La expresión de Felix era indiferente:
—Todo esto depende de ti, ¿no? Si no fuera porque disipaste la amabilidad del señor Tasis hacia ti, ¿crees que el señor Tasis te trataría así? Puedes amar al Sr. Tasis, después de todo, hay muchas mujeres en el grupo que aman al Sr. Tasis, y la Sra. Tasis lo sabe, pero nunca se ha disgustado, ¿sabes por qué?
Los labios de Frida se movieron, su cara se llenó de desconcierto:
—¿Por qué... por qué?
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: LATIDO POR TI OTRA VEZ