Lo Mejor de Tu Vida romance Capítulo 225

Eva frunció el ceño y entró empujando a Xavier, para luego limpiar mientras recitaba:

—Esto de aquí no puede colocarse así, es muy fácil que se caiga. Además, la tabla de cortar debe colocarse aquí... ¿entiendes?

Los ojos de Xavier se sintieron conmovidos, así que se dio la vuelta y salió a buscar la llave de repuesto de la casa, para luego ponerla en la mano de Eva:

—Puede que no sea capaz de recordarlo, ¿podrías venir a revisar si todo está en su lugar con frecuencia?

—¿Aah? Solo necesitas anotarlo dentro de las tareas diarias. Eres el asistente del Sr. Marc, ¿cómo no serías capaz de recordarlo?

—Puede que... necesite que vengas unas cuantas veces más.

Xavier mantuvo sus palabras en la punta de la lengua durante mucho tiempo, antes de poder soltarlas.

En realidad, no es que no supiera hacer las tareas del hogar, sino que quería que Eva viniera más a menudo; había pensado en incontables maneras de hacer que viniera y finalmente pensó que esta era la más fiable.

«¿Quiere que venga más a menudo?».

Eva se congeló, y luego vio a Xavier acercarse un poco a ella.

Entonces, Eva enfocó su mirada a las verduras cortadas cerca de ella:

—¿No tenías hambre? Aún no terminaste de cocinar.

Xavier ladeó la cabeza y la miró un rato antes de decir:

—¿Tienes mucha hambre?.

Eva se sintió avergonzada, luego, al ver el aspecto de Xavier, los latidos de su corazón se sobresaltaron como si fueran unos tambores de algún día festivo y su cabeza empezó a dar vueltas como si estuviera en un remolino. Era obvio que aquella atracción era mutua, pues la distancia entre ellos era cada vez menor.

—Solo sé hacer fideos, no soy muy rápido cortando cosas, quizá tengas que esperarme un poco más, puede que demore pero me saldrá exquisito.— Xavier dijo y tomó un plato de detrás de Eva.

Entonces, Eva sintió que el ambiente era muy incómodo:

—¡Seguiré... limpiando!

Xavier la vio marcharse a toda prisa, y una sonrisa volvió a aparecer en su rostro cuando ella se llevó la llave.

Tal y como pensaba Eva, Xavier no solía traer amigos a casa, y no había alguna mujer que se quedará con él. Sus muebles y enseres domésticos eran todos para una sola persona, tenían un tono gris y blanco uniforme, si se realizaba una limpieza simple, el lugar se vería impecable, pero daría una sensación de soledad.

Después de que Eva ordenará la habitación, tuvo la inexplicable sensación de preguntar a Xavier si había sido una idea casual el traerla aquí hoy, o...

Miró las llaves que llevaba en el bolso,

«¿acaso no intercabiaban llaves solo las parejas?».

Ahora que lo pensaba, Xavier tenía su llave, y ella tenía la de él.

En ese momento, Xavier estaba de pie en la cocina, miraba la hora una y otra vez, tratando de pensar en alguna manera en la que pudiera entretener un poco más a Eva, para que al final pudiera pasar la noche allí.

—¿Aún no está listo? —Eva gritó.

—¡Ya casi!—Xavier frunció el ceño y, de muy mala gana, echó los fideos en la larga olla hirviendo.

Diez minutos después, Xavier trajo dos cuencos humeantes de fideos y unos cuantos platos pequeños, y luego gritó:

—¡La cena está lista!.

Eva olió el aroma y los probó con gran satisfacción:

—¡Nunca pensé que pudieras cocinar tan bien!

—Si te gusta, te lo prepararé todos los días.

Eva, que estaba comiendo los fideos, se atragantó al escuchar estas palabras y sus ojos se abrieron de par en par mientras miraba a Xavier:

—Este...

«¿Realmente sabe que esas palabras no se deben decir a la ligera a una mujer?».

—¿Por qué... me diste la llave de tu casa y... por qué cocinaste para mí? —Eva le preguntó con gran dificultad, pero si no lo hacía, se volvería loca de tanto pensarlo.

—¿No eres mi prometida? Es normal que tengas la llave de mi casa.

«¡Oh, Dios mío! ¿Quién le enseñó a decir eso?».

Eva sintió como si su cara fuera un volcán, que estaba a punto de hacer erupción:

—Eso solo es para las parejas de...

Antes de que pudiera terminar sus palabras, Xavier ya estaba cerca de ella, muy, muy cerca.

Entonces, antes de que ella pudiera reaccionar, él la besó suavemente en los labios.

Fue un contacto íntimo tan simple y cuidadoso que hizo que Eva se quedara fuera de sí, por lo que miró a Xavier con pánico y empezó a hablar como disco rallado:

—Tú... tú...

—Sé mi novia, mi corazón y mis llaves son solo para ti.

La emoción y el éxtasis se extendieron por el corazón de Eva, no se inmutó ni apartó a Xavier, sino que tomó la iniciativa de abrazarlo.

—¿Te importa que te abrace?

Sus pequeñas preocupaciones y aprensiones nunca parecieron ser un obstáculo entre ellos.

—Es... algo que esperaba desde hace tiempo.—Xavier dijo con la cabeza baja y el corazón latiendo ferozmente. El siempre sutil Xavier hizo un movimiento tan complicado, él cuál necesito todo su valor para conseguirlo.

Eva se apoyó en su pecho y de repente escuchó el susurro de Xavier, que decía:

—¿Puedes pasar la noche aquí?

—¡...No!— Eva se sentó inmediatamente y miró nerviosamente a Xavier, negando con la cabeza una y otra vez—. Estoy decidida a no hacer esto ni otras cosas antes del matrimonio, ¡es una cuestión de principios!

Xavier se congeló.

—Me refería a como cuando estuve enfermo y tú te quedaste a dormir en mi casa para cuidarme, solo quería quedarme contigo un poco más. —Xavier explicó.

—Ya...veo. —Eva se dio cuenta entonces de que era ella la que estaba pensando con demasiada imaginación.

Entonces, llena de vergüenza, empezó a comer los fideos del cuenco con la cara completamente roja. Una vez que terminaron de cenar, Xavier recogió los trastes y los lavó, hizo también lo mismo con la cocina, después de eso ambos se dirigieron al salón cogidos de la mano.

Esta noche fue la más tranquila y feliz para Eva. Tuvo un largo sueño en el que ella y Xavier...

A la mañana siguiente, Eva y Xavier aparecieron juntos frente a Noelia.

Noelia notó de inmediato la atmósfera diferente que se formaba sobre ellos, y la expresión tímida en el rostro de Eva lo decía todo:

—¡Estás haciendo buen progreso!—

—Solo he venido a informártelo. —Eva sonrió mientras se sentaba, con los ojos rebosantes de felicidad.

—¿Estás segura de que él es el indicado? —Noelia conocía a Eva, si no estuviera cien por ciento segura, no habría dado este paso.

Eva asintió y dijo con franqueza:

—Sé que es difícil encontrar al indicado, pero la verdad es que no quiero que se pierda, aunque sienta miedo, no quiero que se aleje.

—¿Qué se aleje tu edad o...? —Noelia parpadeó.

—No quiero que se pierda mi figura... —Eva se rió.

Pero en realidad Eva tenía muy baja autoestima, por lo que quería tonificar su cuerpo para verse más radiante y bonita para Xavier.

—Esa es buena. Imítame y podrás mantener tu figura, así serás tan hermosa que hasta tú misma te sorprenderás.

Pensando en las comidas nutritivas que Noelia comía para mantener su figura, Eva apretó los dientes y asintió:

—De acuerdo, trabajaré muy duro.

Xavier ya estaba en el estudio en ese momento informando a Marc:

—Esta es la lista de los tres programas de entrevistas que el director Rick ha seleccionado al final.

Marc estaba dispuesto a poner a Noelia en una tertulia para esta etapa, así se podría desarrollar adecuadamente en Halo Entretenimiento en el futuro.

Examinó cuidadosamente la naturaleza y el contenido de esos programas y finalmente se decantó por el que tenía mayor audiencia.

—Avísales que Noelia aparecerá en su programa «Estrella en ascenso» del próximo sábado. —Dijo Marc.

Según como lo veía Marc, para ese entonces, el cuerpo de Noelia casi se habrá recuperado, y el programa «Estrella en ascenso» era el programa principal de la cadena de televisión de la ciudad, lo que podía establecer mejor la posición de Noelia en la industria de la actuación y el cine.

Esta vez, Noelia logró obtener una invitación directamente del programa, así que esto era más que suficiente para demostrar que Noelia tiene suficiente popularidad y aceptación, hasta incluso puede ser comparada con las populares divas del cine.

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