—¿Esto es para mí…? —Noelia se asombró. A todas las chicas les gustaban los vestidos bonitos. Ahora sentía que era la princesa más feliz del mundo.
—Será tu primera vez de presentarte en público después de tanto tiempo, tienes que ser la más guapa de todas. Además, también estoy invitado, así que podemos ponernos algo a juego.
Noelia estaba tan conmovida que casi lloró. Marc siempre estaba preparándole sorpresas.
—¿Te lo pruebas? —preguntó gentilmente mientras la tomaba de la mano.
Aunque aún no era hora de hacer público su relación, quería que Noelia sintiera su amor en esta ocasión en la que los dos asistirían por primera vez al mismo evento. Su intención era hacerle saber que, dondequiera que estuviera, su amor le acompañaría.
Noelia besó la mejilla de Marc:
—Espérame aquí.
En el probador, se fascinó por el vestido de tubo plateado. El adorno que tenía desde el hombro izquierdo hasta el final de la falda era espectacular, en combinación con el tul rosa, le agregaba más elegancia y ternura.
Noelia se puso el vestido que destacaba su perfecta figura. El cabello recogido en moño revelaba su hermosa clavícula, en acompañamiento del collar de diamantes, parecía un ángel descendido del cielo.
Noelia dio una vuelta delante del espejo.
—Estás hermosa —el hombre se quedó impresionado.
Marc acababa de ponerse el traje gris. En las mangas había diamantes como decoración y en el pecho tenía un estampado de color rosa clara, lo que hacía a juego con Noelia. Caminó con gracia hacia Noelia, cogió su mano con ligereza y la besó.
—Ojalá pueda acompañarte en la alfombra roja.
Noelia sonrió, pero en realidad estaba un poco nerviosa:
—¿La gente se dará cuenta si vamos así en la ceremonia?
Los paparazzis eran fieles de los chismes, a Noelia le preocupaba que descubrieran su relación con Marc.
Marc le apretó la mano:
—No te preocupes por eso.
Siempre hubo muchas celebridades con intención de armar escándalos con él, pero gracias a la profesionalidad del equipo de relaciones públicas de su empresa, solo aquellas que tenía su aprobación podían aparecer a su lado.
Marc estaba dispuesto a esperar porque Noelia quería estar a su altura con su propio esfuerzo. También le echaría una mano para que se convirtiera en la estrella más deslumbrante.
—Por cierto, el contrato con el equipo de filmación de «Las Sombras» está listo, solo tienes que echar una firma —informó a Noelia de los resultados de su trabajo con una sonrisa.
—¡Buen trabajo, asistente Marc! —bromeó Noelia—. ¿No te han reconocido?
—Creo que no —Marc estaba apreciando la belleza de Noelia—. Si te gusta, ¿nos quedamos con este?
—Sí —a Noelia le gustaba mucho el estilo de este vestido, además hacía juego con el traje de Marc. Se dirigió al probador con timidez.
Después de cambiarse de ropa, Marc ya la estaba esperando delante de la ventana francesa, sosteniendo el teléfono en su mano izquierda, y sus ojos se oscurecieron, mostrando una expresión peligrosa.
—Quiero ver hasta dónde pueden llegar —Noelia lo pensó detenidamente—. Es un hecho que no tengo ventaja en cuanto a la edad. Aunque puedo hacer otros papeles diferentes, cada año aparecen más artistas nuevas en la industria del entretenimiento. Tengo que ser lo suficiente competente para pasar por esto, de lo contrario, no obtendré lo que realmente quiero.
Marc la miró y suspiró:
—Siempre has sido muy fuerte, pero siento lástima por ti.
De vez en cuando esperaba que Noelia pudiera depender un poco más de él, pero si lo hiciera de verdad, ya no sería la misma que amaba tanto.
Ahora que se había enterado de que los hermanos Cortes estaban tramando en secreto sus conspiraciones, Noelia pidió dos días de ausencia para descansar tranquilamente en casa.
No obstante, Felipe se puso inquieto. Mirando el mensaje de Eva que pedía permiso para Noelia, le dijo a Nin:
—La Noche de Alfombra Roja está por venir, ¿no crees que es raro que Noelia no haga nada?
—¿No es bueno que no haga nada? Si viene a la empresa, descubrirá lo de la invitación y la formación a artistas nuevas. Es mejor que no se presente —Nin miró el horario de la Noche de Alfombra Roja.
—No malgastes tu tiempo pensando en Noelia. Si te sobra el tiempo acompaña más a Natalia, dile que se prepare bien, el maquillaje y la vestimenta tiene que estar perfecto.
—Vale —Felipe guardó el teléfono—. Le diré a alguien que revise la agenda de Noelia para asegurarnos de que no se presente en la Noche de Alfombra Roja y impida nuestros planes.
Nin le sonrió con satisfacción:
—¡Eso, no le podemos dejar ninguna oportunidad a esa zorra de Noelia!
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