Rosa se congeló por un momento y dijo:
—No creo que haya sido un accidente.
Antonio sonrió:
—Eres muy inteligente, tampoco creo que haya sido un accidente.
—Entonces ...
—No te preocupes, le he pedido a Jesús que siga investigando, y averiguará el resultado. —Antonio le dio unas palmaditas a Rosa para calmarla.
—Antonio, gracias.
—Tonta, no me digas nunca gracias, no lo necesitamos entre nosotros.
—Vale.
Después de enviar a Antonio a su habitación, Rosa llamó a Jesús para que le sirviera a Antonio. Luego ella volvió a su habitación.
Después de lavarse, se tumbó en su cama, pensando en lo que había pasado hoy. Recordó que en su última vida no había experimentado esto, así que estaba claro que junto con su renacimiento, algunas cosas ya estaban cambiando.
Entonces, ¿quién era el que quería matarla? Las primeras personas de las que sospechó fueron Paloma y Remiro, por qué estas dos personas querían la riqueza de La familia Serrano.
«Paloma también es la nieta de mi abuelo, si muero, los más beneficiados serán ella y mi tercera tía, y en cuanto a Ramiro, con solo de controlar a Paloma, obtendrá beneficios.»
Pensó en esto, Rosa enganchó la comisura, parece que algunas personas han sido arrogantes durante demasiado tiempo, es hora de darse lecciones.
Al día siguiente, Rosa llamó a Pedro:
—Pedro, averigüe cuánto propiedades ha tenido Paloma a lo largo de estos años, después de averiguarlo, no escatimes esfuerzos para acabar con sus propiedades, quiero que se empobrezca en un mes.
Pedro se sorprendió, pero cuando pensó que Gloria había comprado a un asesino para matar a Antonio, entonces comprendió a Rosa. Rosa generalmente sostenía el principio de "si no me ofendes, yo no te ofenderé", ella quería dar lección a Paloma esta vez, debía ser porque Paloma había hecho algo imperdonable.
Entonces, asintió con la cabeza y respondió:
—Presidenta Serrano, voy a averiguar ahora mismo.
—Espera, hay una cosa más.
—Presidenta Serrano, por favor hable.
—Ramiro está actualmente en el hospital, no tiene otra energía para ocuparse por su empresa en este momento. Busca a alguien a placar con su vicepresidente, quiero que cuando Ramiro salga del hospital, no tenga nada.
—Sí. —Pedro respondió, pero él estaba sorprendido.
Nunca había visto este aspecto de Rosa. Era como una leoparda furiosa y no pararía hasta destrozar a sus enemigos.
De este modo, en tan sólo medio mes se acabaron todas las propiedades en las que Paloma había invertido. Tras ser expulsada de La familia de Serrano por Rosa, ésta no le dio más dinero, y sin dinero, Paloma ahora vivía una vida muy difícil.
Estaba acostumbrada a gastar mucho dinero, y cuando de repente se quedaba sin dinero, se podía imaginar lo mal que se sentía Paloma.
«No debo vender mi casa, Si lo hago, si luego me echarán de casa mis familiares de la familia de Díaz. En aquel entonces, tendrá que vivir en la calle»
Cuanto más pensaba Paloma en estas cosas, más extraña le parecía la situación, ¿cómo podía acabarse su finca de repente? Pensó en Rosa y sintió un fuerte sentimiento de odio en su corazón.
—Rosa ... es tú definitivamente—Rosa dijo con los dientes apretados, quería matar a Rosa por odio.
Con el fin de conseguir dinero para encontrar a alguien que matara a Rosa, finalmente Paloma vendió una casa de sus casas, de todos modos, al final del año, después de tomar los dividendos, tendría dinero, no, mientras Rosa muriera, tendría dinero, así que, la casa la vendió sin duda.
Cuando dio los veinte mil de euros frente a Ramiro y le dijo que ese era el único dinero que tenía, Ramiro se quedó atónito. Nunca pensó que, en apenas medio mes, Paloma había pasado de ser una persona rica a una pobre que ni siquiera tenía casa.
Paloma le dijo que era el brazo de Rosa. Ramiro se asustó tanto, al mismo tiempo, recibió una llamada del director de su empresa diciendo que el oficial financiero de la compañía había huido y que su empresa, sólo era un cascarón vacío.
En ese momento, Ramiro ya no quería estar en hospital. Sin embargo, aunque saliera del hospital, no cambiaría la situación. La empresa no tenía dinero, lo que significaba que nada podía seguir adelante, y él había convertido de ser un jefe de éxito a ser un pobre.
Habían pasado cinco años desde que Ramiro se graduó de la universidad, y en los últimos cinco años había tenido éxito paso a paso, y aunque no podía decir que era rico, tenía éxito.
Quería utilizar los veinte millones que Paloma le había dado para empezar de nuevo, pero cuando pensó en el Grupo Serrano, se estremeció de nuevo. No importaba que su empresa, mientras ayudara a Paloma a conseguir el dinero, no tendría que preocuparse por su futuro.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: LO ÚLTIMO EN MIMOS