LOS HIJOS OCULTOS DEL CEO romance Capítulo 19

Cap. 16: NEGOCIOS – PARTE I

Al día siguiente en horas del mediodía Brizna llegaba a la calle donde está su casa y la de sus vecinos, traía una encomienda muy importante.

—Ahora todos se tiran acostaditos en los asientos para llegar de sorpresa a la casa —Brizna les hablaba en susurros mientras ella y Ricardito se reían cómplices de la travesura para los más pequeñitos —, y ya saben no pueden estar en el jardín delantero de la casa ni salir a la calle, mucho menos hablar con extraños, sobre todo tú Marcus que eres el más “social” de los tres… Ricardito estarás muy pilas con eso.

—¡Entendido Tía! ¡Te escuchando estoy! —Marcus repetía mientras reían acostados en el asiento trasero, él y Maiara.

Así entraron y nadie, en apariencia los vio.

Una semana después…

Sofía tenía días oyendo voces de niños en la casa de su vecina del frente, eso la mantuvo intrigada, ese día llegaba de hacer unas compras, de repente oyó las risas y voces provenientes del patio de Brizna. Le pareció extraño, se acercó a la reja, no logró ver a nadie, sin embardo las risas le parecieron conocidas.

« ¿Será Ricardito? »

Siguió a su casa y dejó abierta, convenientemente, la ventana que daba a la casa de Brizna.

Llegada la tarde divisó a un niño que salió del patio trasero en casa de Brizna. Era, ciertamente, Ricardito. Sofía salió de inmediato a la calle y cruzó llamando al niño.

—¡Ricardito! —El niño volteó a mirarla.

—¿Quién tú eres? —le preguntó Marcus, receloso y reculando.

—¿No eres Ricardito?

—¿Quién tu eres? —le repitió claramente, mientras con ojos vivaces la escudriñaba.

Sofía puso sus manos en la boca tapando su risa complacida, entendió.

« No lo puedo creer, es cierto, Isabel si tiene trillizos, la verdad es imposible que ella sola los este sacando adelante, son tres y están, en verdad grandotes y muy bien cuidados, son idénticos. ¿Quién sabe que estará haciendo para tenerlos así? Está lejos de sus conocidos… Puede hacer y deshacer », pensaba maliciosamente Sofía.

Se pegó al enrejado del portón delantero y lo llamó.

—Ven, soy tú tía.

—¿Tía Brizna como tú? —preguntó Marcus.

—No, Brizna no es tu tía, yo sí, soy hermana de Isabel, de tu mamá.

—Tía Brizna de Marcus si es tía de Marcus —le refutó Marcus aún con recelo y a distancia.

—Ven —Sofía puso en su celular una foto donde esta con Isabel y sus padres—. Acércate, esta es tu mamá, estos son tus abuelos. ¿Ves, que somos tu familia?

—Sí, Sofía también es tía de Marcus —le dijo Marcus y sonrió ladeado. Sofía blanqueó sus ojos y mirando a todos lados le dijo:

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