Matrimonio de primera romance Capítulo 135

Cuando salió a comer al mediodía, Yadira vio a Delfino apoyado contra el coche no muy lejos tan pronto como salió del edificio del Grupo Jimenez.

Él llevaba un traje negro recto, una camisa blanca en el interior sin corbata, y los dos botones abajo del escote estaban desatados, lo que lo hacía parecer un poco rebelde.

Yadira subconscientemente se detuvo.

Delfino ya la miró, giró su cuerpo hacia ella, no hizo ningún movimiento extra ni habló, solo la miró fijamente.

Se trataba de dejarla ir rápidamente.

Yadira frunció los labios, levantó ligeramente la barbilla y caminó hacia él.

Después de acercarse, se cruzó de brazos, con una mirada indiferente en los ojos, -¿Qué quiere el presidente Delfino?-

Aunque su tono fuera casual, realmente estaba un poco nerviosa.

Esta era la primera vez que Yadira lo enfrentó así después de que "Fidelio" volviera a ser Delfino.

Cuando se enfrentaba a Delfino, ella le tenía un poco de miedo durante la mayor parte del tiempo, que se trataba de un miedo a los fuertes de la naturaleza humana.

Delfino frunció levemente el ceño cuando escuchó las palabras, -¿Cómo me llamas?-

-El presidente del Grupo Auge, señor Delfino.- Las miradas de Yadira estaban frías y llevaba una sonrisa de burla, -Gracias por usted haberme prestado atención y que me envió una invitación de entrevista.-

Delfino entrecerró los ojos levemente, la expresión de su rostro era débil y no había ninguna emoción obvia, pero la voz un poco ronca mostraba una pizca de descontento, -¿Quién te lo dijo?-

-¿Qué importa quién me lo haya dicho?- La expresión de Yadira se puso fría y arqueó las cejas, -Ya que elegiste ocultarlo, es seguro que algún día lo descubrirán.-

Delfino no mostró ningún enojo después de escuchar sus palabras, y dijo tranquilamente, -¿Y qué? ¿Qué quieres?-

Su arrogancia hizo que Yadira se quedara sin palabras.

¿Qué podía hacer ella?

Aunque Delfino ocultaba esta cosa y le engañaba, ella no podía hacerle nada.

Sin embargo, ella había un nudo en su corazón y no podía llevarse bien con él como si nada hubiera pasado.

Podía que estuviera un poco impulsiva por lo que pasó anoche, pero tampoco se arrepintió.

Yadira frunció los labios, dio una vuelta y se fue.

Delfino miraba fijamente su espalda durante unos segundos, luego la siguió desatentamente.

Los dos entraron al restaurante uno tras otro.

Tan pronto como Yadira se sentó, Delfino también se sentó.

Yadira dijo enojada, -¿Qué haces aquí persiguiéndome?-

Las miradas de Delfino eran serias, -No respondiste a la pregunta que te hice hace un momento. ¿Qué quieres hacer conmigo?-

-¿Qué puedo hacer contigo?-

-Puedes hacer lo que quieras.-

Yadira casi se quedó atónita por las preguntas de Delfino, ellos eran adultos de casi 30 años, pero jugaban aburridas preguntas aquí como dos niños.

-Quiero que te mantengas alejado de mí.- Ahora le molestaba ver a Delfino.

Ella estaba sentada frente a Delfino en ese momento, sintiéndose muy estúpida.

De principio a fin, todo sobre ella fue controlado por Delfino.

Delfino sabía todo sobre cada uno de sus movimientos.

Al contrario, ella no sabía nada de Delfino.

Cuando él era "Fidelio" al principio, aunque a ella le gustara un poco en el corazón, debido a que era su cuñada, podía esconder su sentimiento y tratarle normalmente.

Pero después de que él fuera Delfino, el amor en su corazón se aumentaba cada día más, como si fuera un árbol que se hubiera arraigado y brotado las hojas. Después de que la relación entre los dos se hiciera pública, ella comenzó a desear que su relación se equilibrara.

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