Matrimonio de primera romance Capítulo 1282

Susana forzó sus lágrimas y miró a Noela:

—Señorita Noela, lo siento mucho.

Los ojos de Noela eran tan fríos como el hielo.

Susana tragó saliva. Aunque se sentía emocionada por abofetear a Noela, seguía teniendo miedo de ella. Se escondió en silencio detrás de Apolo.

Mirando a Apolo, Noela levantó ligeramente el brazo y luego lo bajó tras dudar un momento. Dijo fríamente:

—Vigila a tu novia.

Aunque tuviera el corazón destrozado, tenía que fingir que estaba bien.

La novia de Apolo era Susana.

Cuando Susana entró en la habitación, Noela fue abrazada por Apolo. Susana tenía todos los motivos para estar enfadado con ella.

Noela se merecía la bofetada. Una vez que se decidió, tuvo que asumir las consecuencias.

En el futuro, Apolo sólo sería su jefe, y debían comportarse.

Entonces Noela se fue.

A pesar de la fuerte bofetada que acaba de recibir, parecía tan orgullosa como una reina.

Susana estaba celoso de su confianza y elegancia innatas. Apretó los puños, inconsciente de que las palmas de sus manos estaban lastimadas por las uñas.

Tarde o temprano, Noela se arrodillaría para pedir su perdón.

—Quizá sepas que el presidente del Grupo Dominguez es mi amigo —Apolo habló de repente y devolvió a Susana a la realidad.

—¿Te refieres a Delfino? —Susana se quedó perplejo al saber por qué Apolo mencionaba de repente a Delfino.

¿Sabía Apolo que había sobornado a los periodistas para que les hicieran fotos a Delfino y a ella y las publicaran en Internet?

Apolo se dio la vuelta y la miró con indiferencia:

—Delfino nunca hará nada a una mujer por sí mismo.

Apolo se mostró completamente indiferente a las lágrimas de Susana. Le advirtió:

—Recuerda tu identidad.

Susana se asustó. Rápidamente encontró excusas para sí misma:

—Lo siento, Apolo. Aunque anunciaste que estabas conmigo sólo para ayudarme a subir de nivel, los demás pensaron que éramos amantes. La razón por la que abofeteé a la Srta. Noela hace un momento fue para convencer a los demás.

Aunque Susana se parecía algo a Noela, no era Noela. Apolo lo sabía bien, y nunca amaría a Susana.

Anunció que estaba con Susana porque quería ver si Noela se ponía celosa. Antes le había dicho a Susana que sólo era para dar sensación.

Pero no esperaba que Susana fuera tan ignorante y se atreviera a abofetear a Noela en su cara.

Noela tenía razón. Se lo ha buscado.

Aunque Noela nunca le hubiera amado, ¡no podía soportar que la hirieran otros!

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