Apolo se burló:
—Mentiroso.
¿Ella no bebía? Entonces, ¿quién era el adicto a la bebida antes?
Noela era guapa desde su infancia, y a todos los que vivían en el patio les gustaba. Especialmente durante las fiestas de Año Nuevo, los mayores la invitaban a beber, aunque no mucho.
Pero poco a poco, se convirtió en buena bebedora.
En el instituto, cuando toda la clase tenía fiestas, ninguno de los chicos era su rival.
Noela se volvió para mirarle y se mofó:
—Antes bebía, pero ahora no, ¿y qué?
—¡Claro, de acuerdo! —Apolo sostuvo un vaso de vino tinto en la mano y tomó un sorbo.
Kadarina sintió el ambiente tenso entre ellos. Para no involucrarse, se sentó tranquilamente a un lado.
—¿Entonces por qué dices tonterías? —Noela miró a Apolo y dijo fríamente.
—Pero es que te gusta escuchar mis tonterías, ¿no? —Apolo sonaba tranquilo, lo que hacía difícil juzgar si estaba enfadado o no.
No sabía qué decir.
Aunque Susana estaba atascada con los brindis, había estado prestando mucha atención a Apolo.
Al ver que Apolo se acercaba a Noela, apretó los dientes con rabia, pero de todos modos tuvo que mantener una sonrisa adecuada en su rostro.
—Tengo algo que discutir con Apolo. Discúlpenme —Susana los dejó y caminó hacia Apolo y Noela.
—Señorita Noela, ¿por qué no viene a beber con nosotros? —Susana miró el agua colocada delante de Noela y dijo:
—¿Cómo puedes beber agua en un día como éste? Vamos, déjeme traerle un poco de vino.
Cuando Susana se acercó, había atraído la atención de varias chicas a su lado. Todas dejaron de hablar y prestaron atención a su conversación.
La gente estúpida no podía llegar lejos en la industria del entretenimiento. La gente de alrededor podía notar la tensión entre Noela y Susana.
Todo el mundo en la empresa sabía que Apolo había trasladado los recursos de Noela a Susana, pero ahora Susana realmente venía a beber con Noela.
Cada vez se reunía más gente alrededor, pues tenían curiosidad por saber qué respondería Noela.
Los recursos de Noela habían sido bastante buenos estos años. Era hermosa, arrogante, pero extrañamente, la gente le gustaba y le gustaría confiar en ella.
Todo el mundo estaba esperando a ver cómo respondía Noela.
—¿Qué quieres decir? Acabo de decir que Noela... —Dijo Kadarina, molesta por Susana. ¿No podía entender el lenguaje humano?
—Kadarina —Noela miró a Kadarina y le indicó que dejara de hablar.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Matrimonio de primera
Quiero seguir leyendo...