Antes de que Noela se durmiera, publicó en su Moment de Whatsapp:
—Feliz Año Nuevo.
Apolo regresó después de hablar con Delfino. Hizo clic en su Momento y vio inmediatamente el post de Noela.
Se rió y le dio un «me gusta».
Parecía despreocupada y feliz.
En el día de Año Nuevo.
Muchos parientes de la familia García venían a visitarlos.
Lo más común en el mundo de los parientes era que siempre se preocupaban mucho por tu matrimonio. Aunque Noela fuera una actriz famosa, no podía escapar de ello.
Antes de que llegaran, Noela se dirigió a su propia casa en la ciudad con alguna excusa.
Tras abrir la puerta, sólo encontró una habitación fría.
Noela cerró la puerta, se cambió de zapatos y fue a la cocina.
No cocinaba, y en la nevera sólo había bebidas y todo tipo de productos para el cuidado de la piel y perfumes.
Si tenía que vivir sola en el futuro, no le parecía bien, ya que no sabía cocinar.
En cualquier caso, había días antes del rodaje de «Ciudad Abandonada». Ella estaba libre durante este período de tiempo, por lo que podría aprender a cocinar.
Caminando hacia la puerta, cogió las llaves del coche y las dejó en el suelo. Optó por caminar, ya que de todas formas no tenía prisa.
Noela se cambió de ropa y salió con una máscara. Caminó un rato y sintió que alguien la seguía.
Pero cuando miró hacia atrás, no vio a nadie detrás de ella, ni siquiera un coche. Noela se sintió incómoda. No había nadie en la entrada de la comunidad, así que aceleró el paso.
Por suerte, sólo había diez minutos a pie desde su casa hasta el supermercado, y pronto llegó a un lugar lleno de gente.
Sin embargo, todavía tenía la sensación de que alguien la seguía por detrás.
—No puedes negarlo, ¿verdad? —Apolo resopló con frialdad, pero no parecía enfadado en absoluto.
—Voy a comprar algunos ingredientes para cocinar ahora. Hablaremos de ello más tarde —Aunque Noela se sentía culpable, no lo demostró y sonó natural.
¿Qué tan familiarizado estaba Apolo con Noela?
Con una sola mirada, él supo lo que ella estaba pensando.
Apolo dijo:
—¿Cocinas? Oye, inventa una excusa decente, ¿vale?
—¡Te estoy diciendo la verdad! —Noela sólo quería terminar esta conversación. Se dio la vuelta y entró en el supermercado.
Apolo la siguió hasta el supermercado.
Cuando estaba recogiendo las verduras, Apolo se puso a su lado y empezó a hablar del contrato.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Matrimonio de primera
Quiero seguir leyendo...