Matrimonio de primera romance Capítulo 1329

Kadarina tenía poco más de veinte años y no trataba a Noela como a una extraña. Cuando Kadarina lloraba, tenía un aspecto infantil y tierno.

Noela encontraba a Kadarina muy divertida, y quería reírse cada vez que la veía.

Cuando Kadarina lloraba con tanta tristeza, era bastante impropio de Noela reírse de ella.

Noela apenas contuvo la risa y cogió un pañuelo de papel para secar las lágrimas de Kadarina.

—Vamos, deja de llorar. Cubriré tus gastos de manutención. Ahora que me quedo contigo, puedes comer conmigo. Pero no seas exigente con la comida.

—¿De verdad? —Kadarina dejó de llorar inmediatamente.

Al ver eso, Noela parpadeó y preguntó:

—¿Estás llorando de verdad o sólo fingiendo?

Kadarina casi llora a lágrima viva. Después de que Noela dijera que pagaría sus gastos de manutención, Kadarina dejó de llorar enseguida.

Era, en efecto, una actriz magistral.

—Noela, por favor, cumple tu promesa. A partir de ahora confiaré en ti. Eres mi gran benefactor.

Noela se quedó sin palabras.

Apolo dijo que devolvería los recursos que había robado a Noela y cumpliría su promesa.

Noela volvió rápidamente al trabajo.

A su regreso, le esperaba más trabajo, y le llovían las invitaciones de trabajo y los guiones.

Kadarina se encargó de todo por ella.

Los Tapia eran realmente capaces en el trabajo. Normalmente, Kadarina parecía tan poco fiable como Apolo, pero era buena en el manejo de las cosas.

En menos de dos semanas después del Año Nuevo, Noela había asistido a docenas de eventos.

Después de una gala, Noela vio a Apolo cuando salió.

A mitad de sus palabras, vio que Apolo tenía la llave delante de ella. Se detuvo un momento, le arrebató la llave y dijo:

—Gracias.

Noela cogió la llave y se propuso volver al apartamento de Kadarina.

Al mirar por el espejo retrovisor, se dio cuenta de que Apolo no se movía.

Las luces eran tenues y no podía ver con claridad la expresión de Apolo. Pero, de alguna manera, pudo sentir que era un poco extraño.

Tras dudar un momento, Noela arrancó el coche, lo hizo girar y se dirigió a Apolo.

Quería volver y preguntarle qué pasaba. Cuando estaba a punto de abrir la puerta y buscar a Apolo, vio que un coche se detenía delante de él.

Susana abrió la puerta y se bajó. Se agarró al brazo de Apolo y le dijo algo.

Entonces Apolo se subió al coche y se fue con ella.