Noela fue a saludar al director y se encontró con que todos los asientos de esa mesa estaban ocupados. Después de volverse para coger el desayuno, se sentó con Kadarina en otra mesa.
Kadarina miró a su alrededor:
—¿Por qué no viene Apolo aquí?
Noela la ignoró, ya que le daba igual que Apolo viniera a desayunar o no.
Justo un día después de que Apolo se uniera al equipo, llegó Susana. En este momento, él podría estar siendo amoroso con Susana.
Noela se metió un pequeño bollo en la boca.
Kadarina, que estaba al lado, temblaba:
—Noela, ¿no estás demasiado obsesionada con tu papel? Estás comiendo un bollo al vapor tan despiadadamente como un asesino...
—¿Es así? —Noela giró la cabeza y miró a Kadarina con indiferencia.
Kadarina estaba tan asustada que se le cayeron los bollos en las manos y hasta eructó.
—Buenos días.
Al oír esto, Noela levantó la cabeza y vio a Sofía sonriendo.
Sofía se había maquillado y su ropa era aún más cara que la que llevaba ayer. Estaba tan exquisita como una celebridad que iba a asistir a un banquete.
Sofía se sentó cuando Noela la evaluó.
—Qué coincidencia. Es inesperado encontrarte aquí.
Noela cogió su teléfono y lo miró. Curvó los labios y dijo con indiferencia:
—¿Eres un ovillo de hilo? ¿No tienes miedo de que te enreden por tu carácter taimado?
—Si quieres decir algo, dilo —Noela tiró los palillos que tenía en la mano y miró directamente a Sofía.
No sabía por qué Sofía aparecía en este hotel. Tal vez su encuentro en el vestíbulo del hotel la noche anterior fuera sólo una coincidencia,
Pero, obviamente, ahora no lo era.
Como Apolo no estaba aquí, Sofía dejó de fingir. Parecía seria, y ya no era amable, sino arrogante.
Ahora que Sofía la regañó por ser estúpida, Kadarina replicó a Sofía por ser fea para agravarla.
Sofía se atragantó, como si se diera cuenta de algo:
—Ya veo.
—¿Ver qué? —se preguntó Kadarina.
Kadarina sintió que se había convertido en una tonta. No podía entender ni una sola palabra de lo que estaban hablando. Tiró de la manga de Noela por debajo de la mesa, sugiriéndole que le contara lo que estaba pasando.
Sin embargo, Noela no pudo evitar reírse al ver la cara de confusión de Kadarina.
Kadarina siempre le hacía gracia.
Sofía pudo notar a través de su interacción que la relación entre Noela y Kadarina era buena. Una expresión complicada apareció en su rostro cuando dijo:
—Apolo ha vuelto durante tantos años. Creía que estaban juntos. Resulta que otra mujer salida de la nada ha conseguido a este hombre. Qué inesperado es.
Sofía sonaba celosa.
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