Matrimonio de primera romance Capítulo 1379

Cuando el ascensor llegó al vestíbulo de la primera planta, Noela salió y miró hacia el salón.

Vio a Esperanza sentada en el sofá con una taza de té delante.

—¡Sra. Tapia!— El rostro de Noela reveló una expresión de alegría mientras trotaba hacia ella.

Esperanza sonrió y dijo:

—Más despacio.

—¿Has cenado? —Noela sabía por qué había venido, así que no preguntó.

—Lo he hecho —Esperanza no se escondió y explicó:

—Fui a ver a Apolo.

Noela asintió con calma.

—Tía Esperanza —salió Kadarina de detrás de Noela y la llamó con una sonrisa.

Al ver a Kadarina, Esperanza se rió y dijo:

—¿Tú también estás aquí? Tu familia ha dicho que no te obligará a casarte más. Cuando tengas tiempo, vete a casa.

Kadarina sacudió la cabeza y dijo:

—No puedo. Es vergonzoso si me voy a casa antes de hacer algunos logros yo misma.

A Esperanza le hizo gracia su expresión seria —Kadarina es sensata ahora.

—Señora Tapia, ¿puedo reservarle una habitación en el hotel? —Noela se sentó junto a Esperanza.

—No, sólo he venido a verte. El padre de Apolo ha sufrido una recaída de una vieja enfermedad recientemente. Estoy preocupado por él, así que voy a ir al aeropuerto más tarde.

Al oír esto, Noela se sintió algo culpable.

Nunca había sido paciente ni intolerante. En aquel entonces, al ser atacada, sólo quería defenderse. No esperaba que las cosas terminaran así, haciendo que sus padres se preocuparan por ella.

—Voy a salir a comprar algo —Kadarina sabía que tenían algo que hablar, así que se inventó una excusa para dejarlos solos.

Esperanza se limitó a negar con la cabeza.

Después de despedir a Esperanza, Noela decidió hablar con Apolo.

Ella estaba bien ahora, pero Apolo seguía bajo el ataque de la violencia cibernética. Aunque Esperanza la quería, Apolo era su hijo. ¿Cómo no iba a angustiarse al ver que los internautas le insultaban?

En cuanto llegó a su habitación, Noela llamó a Apolo.

El tono de llamada sonó durante un rato antes de que contestara.

Había mucho silencio al otro lado. Ni siquiera podía oír su respiración.

Noela supuso que debía de haber encontrado un lugar tranquilo donde no estuviera Susana para contestar al teléfono. Debía saber que la llamada era de ella, así que no dijo nada y esperó a que Noela hablara primero.

—Me sorprende que no hayas bloqueado mi número —bromeó Noela, con el mismo tono que antes.

Apolo sabía que Noela llamaría porque Esperanza se lo había dicho.

Siempre había creído que era el que mejor conocía a Noela, pero al final no la conocía tan bien como su madre.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Matrimonio de primera