Yadira asintió, -Lo sé.-
Respiró hondo antes de contestar el teléfono.
La primera frase de Delfino fue, -¿Qué pasó?-
Esto sonaba como si ella solo le hubiera llamado cuando pasaba algo.
Pero Yadira pensó por un momento, estaba en lo cierto.
Normalmente ella no llamaría a Delfino.
-Nada.- Yadira terminó de hablar, decidió cambiar de tema y preguntó, -¿Qué tal el trabajo?-
Delfino no era tan tonto, no creyó en las palabras de Yadira, -Si no tienes nada, ¿por qué me llamas?-
Yadira le preguntó, -¿Quieres decir que no puedo llamarte si quiero?-
Después de unos segundos de silencio en el otro extremo del teléfono, Delfino dijo de manera profunda, -¿Estás llamando para vigilar lo que hago?-
Yadira no respondió por un tiempo, -¿Cómo que vigilar?-
Delfino, -Nada, puedes llamarme más si quieres.-
-Puff...- Fidelio, quien escuchó la conversación entre los dos, no pudo evitar reír.
Yadira volvió la cabeza y miró a Fidelio, aunque su mirada no era nada asustadora, Fidelio fue muy cooperativo e hizo un movimiento de cerrar la cremallera en su boca.
Delfino escuchó la voz de Fidelio, -¿Estás con Fidelio?-
Yadira entró en pánico y dijo, -Sí, salí del trabajo un poco temprano hoy, así que vine y planeé volver con Fidelio.-
-¿Vale que sales temprano del trabajo, pero Fidelio puede salir temprano del colegio?-
Parecía que no...
Fidelio miró a Yadira con repugnancia, se inclinó hacia el teléfono sin cambiar la expresión y mintió, -Nuestra última clase es educación física. No pasa nada si no asistimos.-
Afortunadamente, Delfino no preguntó más, -Le diré a Xulio que vaya a recogeros.-
-No hace falta, tomaremos un taxi.- Cuando Yadira reaccionó, ya dijo estas palabras.
La idea de Delfino era claramente que Xulio viniera, los dejara a ella y a Fidelio a casa. Pero ella tenía la intención de ir al Grupo Auge, a donde Delfino.
Delfino hizo una pausa y dijo en tono incuestionable, -Que os recoja de todos modos.-
...
Xulio vino pronto.
Xulio condujo el coche hasta el aparcamiento y deslizó su tarjeta para llevar a Yadira y Fidelio al ascensor exclusivo del presidente.
Donde Yadira solía trabajar antes eran empresas pequeñas, no tenían el ascensor exclusivo de ese tipo. Debido a que el edificio de oficinas del Grupo Jiménez se construyó muy temprano, tampoco había ascensor exclusivo.
Era la primera vez que tomaba este tipo de ascensor, a Yadira le parecía bastante interesante.
- El señorito Fidelio y la señora Yadira están aquí.-
Xulio llevó a los dos a la puerta de la oficina de Delfino y se fue.
Yadira empujó la puerta y vio a Delfino sentado detrás de la mesa del escritorio.
Estaba cerrando los papeles de la mano y estaba a punto de ponerse de pie.
Tan pronto como miró hacia arriba y vio a Yadira, las comisuras de su boca se levantaron ligeramente invisibles, -Habéis venido.-
-Sí-, respondió Yadira un poco incómoda, y caminó hacia un lado del sofá para sentarse.
Pero a Fidelio le interesaba mucho su oficina, estuvo toqueteando y mirando las cosas.
Delfino caminó detrás de Yadira, puso las manos en el respaldo del sofá, se inclinó y la miró a la cara y le preguntó, -¿Qué quieres de beber?-
-No quiero beber, ¿cuándo sales del trabajo?-
Delfino levantó la mano y miró su reloj.
Iba a tener una reunión, pero si Yadira quería regresar a casa, podría cancelarla.
En ese momento, la secretaria llamó a la puerta, -Presidente, ya he ordenado los materiales de la reunión de las 4:30.-
Yadira lo miró, -¿Vas a tener una reunión?-
Cuando ella lo miró, el reflejo de sus ojos era toda su imagen.
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