Matrimonio de primera romance Capítulo 1505

Noela le explicó a Yadira:

—Eso fue cuando ya éramos mayores. Al principio, le tenía miedo.

—¿Le tenías miedo, pero aun así fue amable contigo? —Yadira levantó las cejas— ¿Qué le pasa?

—Pensé que debía hacerme amigo de él porque me daba miedo y no quería que fuera mi enemigo. Al principio, yo era la que siempre le seguía. Pensé que sería impaciente. Nunca hubiera imaginado que, en cambio, sería amable conmigo. Lo que hizo fue bastante inesperado...

Noela parecía añorar el pasado mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.

Yadira sonrió:

—¿Así que esa es tu historia con él en el pasado? Creía que salía contigo todo el tiempo cuando eras niña porque eras una niña bonita.

Noela se quitó un mechón de pelo de la frente y fingió estar seria:

—Esa debe ser también una de las razones.

Yadira se rió después de escuchar la respuesta de Noela.

Un camarero vino a servir los platos que pidieron en ese momento.

Lo que acababa de ocurrir había estropeado el estado de ánimo de Noela. Pero se sentía más feliz después de charlar con Yadira.

Disfrutaron de la comida mientras charlaban y reían. Y luego, querían volver a casa.

Yadira había conducido hasta allí. Noela estaba un poco preocupada por su amiga desde que se enteró de que Yadira estaba embarazada.

—Quizá debería llevarte a casa.

Yadira sólo pudo decir:

—Estoy bien. No estés tan nerviosa. Ahora eres como Delfino...

—Sólo estoy un poco preocupada —Noela también pensó que podría estar dándole demasiada importancia, pero no podía estar tranquila.

En ese momento, escucharon una voz desde atrás:

—Noela.

Yadira y Noela se dieron la vuelta y vieron a Susana de pie no muy lejos de ellas.

El vientre de Susana había empezado a abultarse. No parecía estar deseando ser madre en absoluto, y su expresión era extremadamente hosca.

—¿Crees que me quedaré allí para hablar contigo? No creo que seamos tan amigos.

Susana se rió, y su risa fue algo estridente:

—¿Te alegra verme hacer el ridículo?

Noela dijo fríamente:

—Estoy muy ocupada. Nunca te he prestado tanta atención.

—Siempre eres así —Susana retrocedió dos pasos y miró a Noela con atención.

—Siempre pareces tranquila, confiada y despreocupada. Eso es muy molesto.

Noela se dio la vuelta, abrió la puerta del coche y se metió en él.

Susana corrió hacia Noela como una loca cuando vio eso. Noela cerró inmediatamente la puerta del coche.

Susana golpeó la ventanilla del coche y gritó.

—¡Noela García!

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Matrimonio de primera