Matrimonio de primera romance Capítulo 1574

Juan miró a Kadarina y dijo:

—Claro.

Kadarina no sabía a qué se refería con esa mirada. No podía ver a través de él.

—Vamos entonces. Voy a encontrarme con Noela —Kadarina sólo quería salir de este lugar.

Sentía que algo estaba terriblemente mal. Algo iba mal con ella, con Juan y las cosas se ponían aún más raras cuando estaban juntos.

Estaba ansiosa por irse.

—¿Te dejó y se fue, y aún así vas a quedar con ella? —dijo Juan casualmente.

—Es mi trabajo. Mi trabajo era proteger a Noela y hasta me dio un aumento —Kadarina esbozó una sonrisa. Pronto sería económicamente independiente. No necesitaba el dinero de su familia ni de Apolo. Se sentía feliz por ello.

—¿Te gusta el trabajo? —preguntó Juan.

Juan sabía de los ingresos de Kadarina. Lo descubrió sólo con un truco.

Kadarina no ganaba mucho. Sus ingresos sólo podían cubrir algunas prendas de vestir suyas.

Juan también creó su propio negocio, por lo que respetaba todos los trabajos y a quienes dependían de sus propias manos para ganarse la vida.

No encontró nada malo en ser agente hasta hoy.

Los periodistas los bloquearon y eso le hizo darse cuenta de que no era un trabajo lo suficientemente bueno.

La gente sale perjudicada.

—Me gusta. Que te reconozcan, que te acepten, que te quieran, creo que es muy significativo —Mientras Kadarina hablaba, fue a coger su teléfono y su ordenador y se preparó para hacer las maletas e irse.

Juan no dijo nada más.

Kadarina pensó que lo estaba preguntando casualmente y no lo pensó demasiado:

—Recogeré mis cosas y me iré.

—Claro —Juan estaba pensando en otra cosa.

Después de que se casaran, definitivamente no dejaría a Kadarina hacer este trabajo nunca más.

Kadarina no podía escapar de él ni vencerlo. Él siempre podía encontrar la manera de hacerla renunciar.

—Un periodista se enteró de tu estudio. Quería llamarte para avisarte. Como ya puedes contestar al teléfono, supongo que no ha pasado nada. Voy para allá ahora.

—Bueno... sobre eso —de hecho nada fue mal con ella, pero no lo mismo con Kadarina y Juan.

Apolo frunció el ceño y la encontró rara:

—Estaré allí pronto. En cinco minutos.

Noela añadió a tiempo:

—Estoy en la puerta trasera...

—Ya veo.

Noela no colgó el teléfono porque estaba esperando que Apolo lo colgara.

Pero Apolo también parecía estar esperando a que ella colgara.

Así que el teléfono no se colgó hasta que Apolo condujo el coche hasta la puerta trasera del estudio.

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