Había un signo de interrogación y tres de exclamación en el mensaje de texto de Noela. Al verlos, Yadira pudo incluso imaginar la expresión de la cara de Noela.
Le explicó a Noela con paciencia:
—No lo sabía, pero Apolo llamó esta mañana para preguntar por él. Y luego se lo pregunté a Delfino de forma indirecta.
Noela preguntó:
—¿Y entonces?
Sintió que Yadira la había puesto deliberadamente nerviosa al hablar despacio.
—A Delfino no le importa en absoluto. No sé por qué le tienes tanto miedo todo el tiempo —Yadira pensaba que el Delfino actual era simplemente el hombre más amable del mundo.
Aunque seguía siendo indiferente a los demás, ya no era tan brusco como antes. Se volvió más comedido y más amable con la gente que le rodeaba.
Noela respondió de manera muy profunda:
—No lo entiendes.
Ella había sido testigo de los medios sin escrúpulos de Delfino. Desde el principio, vio a Delfino como una persona despiadada.
Noela y Delfino se comunicaban de vez en cuando un poco porque Apolo y Yadira tenían una buena relación con Delfino. Incluso después de tantos años, su miedo a Delfino seguía siendo tan intenso como antes.
Terminando la charla con Yadira, Noela iba a enviar un mensaje a Apolo.
Eligió un emoji y se lo envió a Apolo después de buscar en su colección de emoji. Luego, le envió un mensaje:
—Sr. Dominguez, por favor, favorézcame con una cena esta noche.
Anoche, cuando le dijo a Apolo que había soñado con Delfino, éste se rió de ella. Sin embargo, se levantó muy temprano por la mañana y llamó a Yadira.
Los hombres suelen ocultar sus pensamientos más profundamente que las mujeres. Puede que no digan nada de lo que hicieron. Incluso si dicen algo, sus palabras pueden no ser toda la verdad.
Extrañamente, Apolo no respondió inmediatamente.
—Tú también...
Cuando vio que la persona que estaba detrás de ella era Alvaro, su sonrisa se congeló por un momento, pero rápidamente recuperó la compostura:
—Eres tú, Alvaro, gracias.
Alvaro era una estrella popular que ya aparecía en «Mi vida» con ella. Era un joven muy educado.
Se llevaban bastante bien en el programa. La impresión de Noela sobre el joven fue favorable.
—Noela, cuánto tiempo sin verte —Los ojos de Alvaro eran muy claros. Miró hacia los escalones y continuó:
—Tienes que tener cuidado.
—Tienes razón. Vamos —No debían quedarse mucho tiempo, ya que había periodistas que les hacían fotos.
Alvaro también lo sabía, así que dejó de hablar y avanzó hacia el mostrador de registro con Noela una tras otra.
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