Matrimonio de primera romance Capítulo 1665

Juan entró.

Era la primera vez que venía a casa de Kadarina.

Era el típico sitio de chicas, que era lo mismo que se había imaginado.

Todo aquí rezumaba el calor y la dulzura de la vida.

Se notaba que el dueño de la casa amaba la vida.

Juan también había pensado en esto antes.

Había estado mirando a su alrededor desde que entró. Pero Kadarina no se sentía incómoda.

Cuando otras personas tenían malos modales, Kadarina se sentía ofendida. Pero cuando Juan lo hacía, ella no sentía nada malo. Era extraño.

Al igual que ahora, después de entrar, no dijo nada sino que miró a su alrededor. Pero Kadarina no se sintió incómoda.

En cambio, se alegró un poco de haber sacado tiempo para limpiar la casa hace unos días.

Pero sintió que Juan era extraño.

Fue en mitad de la noche. Ella no pensaba que él estaba aquí sólo para echar un vistazo a su casa.

—Tú... —Justo cuando Kadarina hablaba, Juan se volvió para mirarla.

Kadarina preguntó con cuidado:

—¿Por qué has venido aquí?

—No me has llamado.

Juan parecía tranquilo, pero nada amable. No la estaba culpando. Al contrario, sonaba como si le hubieran tratado injustamente y viniera a por una explicación.

—¿Qué?

Kadarina se quedó atónita un momento antes de recordar lo que él le había dicho. Al subir al taxi, Juan le había pedido que le llamara al llegar a casa.

Lo había dicho deliberadamente dos veces, esperando a que ella dijera que sí.

Y lo hizo...

Pero lo olvidó por completo cuando regresó.

Aún lo recordaba hasta que guardó la pulsera de María.

A medida que Kadarina continuaba, sentía cada vez más que tenía razón y empezó a culpar a Juan.

—¿Me estás diciendo lo que tengo que hacer? —Juan lanzó una mirada tranquila en su dirección.

Kadarina apretó los labios, silenciosa.

No se atrevió a decir nada.

Le tenía miedo.

Pero no sabía por qué

Suspiró.

—¿Por qué está apagado tu teléfono? —Juan preguntó de nuevo.

Ya era muy tarde después de llevar a su abuela a casa.

Fue un día ajetreado y agotador. Se sentó en el sofá, esperando la llamada de Kadarina. Pero no esperaba que se quedara dormido.

Era la una de la madrugada cuando se despertó. Llamó a Kadarina, pero su teléfono estaba apagado. Así que decidió cruzar la ciudad en coche hasta su casa.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Matrimonio de primera