Matrimonio de primera romance Capítulo 220

Sin esperar a que Yadira hablara, Alejandro ya había hablado, -No eres la misma de antes, tu salud es prioritaria, y no hay muchas criadas aquí, así que hice elegir un nuevo grupo de criadas para que vinieran a cuidarte.-

Yadira echó un vistazo y lo contó, que aproximadamente una docena de criadas.

Ella y Delfino eran los únicos que vivían en esta villa, así que no necesitaban una cuidación especial. Además, no era muy cómodo vivir con más gente.

Pero la amable oferta de Alejandro era una que Yadira no podía rechazar.

-Gracias, todos los médicos dicen que tengo muy buena salud ahora.-

-Hasta lo bueno necesitas buenos cuidados, la abuela de Delfino sufría mucho cuando tenía a Horacio cuando la atención médica no era tan buena como ahora...-

Alejandro hizo una pausa aquí y pareció suspirar un poco, -No más no más, de todos modos, si necesitas algo, o quieres algo que quieras comer, solo dile a Delfino, si ese mocoso no te lo consigue, solo llámame, tienes mi número ¿verdad? O si no, añade un Whatsapp también ...-

Con eso, sacó su teléfono y abrió Whatsapp.

Yadira tenía ganas de reírse y pensaba que así Alejandro era muy mono.

Ella sonrió y sacó su teléfono, diciendo, -Te añado.-

-Vamos, vamos, pincha aquí, ¿no?- Alejandro se acercó, abriendo su código QR mientras lo hacía.

Cuando Delfino entró, vio que dos personas se reunían para hacerse amigos en Whatsapp.

Lo miró y tomó asiento en un sofá lateral.

Alejandro vio a Delfino y no tenía mucho mejor aspecto, -Cuida de Yadira más tarde.-

Delfino levantó los párpados, -No me des conmentarios.-

-Hmph.- Alejandro gruñó, -Si no fuera por Yadira, ¿crees que querría venir a verte?-

Delfino dobló sus piernas y dijo con pereza, -¿No has terminado de mirar?-

Alejandro se señaló la nariz y maldijo, -¡Sólo quieres cabrearme!-

Pero está claro que no había mucha ira en sus ojos.

Alejandro no se quedó mucho más tiempo, sólo habló con Yadira y se fue a la noche.

Alejandro se fue, pero dejó un grupo de sirvientes.

Yadira se sentó en el sofá y miró de un lado a otro al grupo de sirvientes, notando que todos tenían muy buen aspecto.

Las personas ricas consiguen criadas que tienen un buen valor.

Algunos de ellos seguían echando miradas atentas a Delfino.

A Yadira le dolía un poco la cabeza y se levantó para frotarse la frente, mirando a Delfino, -Encárgate tú en esto, yo me voy a la cama.-

Delfino observó cómo desaparecía la figura de Yadira antes de hablar con indiferencia, -Escuchad a Sandra para todo, nada de visitas privadas al segundo piso para nada, haced lo que tengáis que hacer, o volved al lugar de donde habéis venido, ¿está claro?-

Su voz era baja y agradable, pero era tan fría que no había ningún indicio de emoción, y las pocas doncellas que aún le miraban de soslayo bajaron la cabeza y no se atrevieron a He .

Las criadas respondieron con pulcritud, -¡Entendido!-

Yadira ya estaba acostada y dormida cuando Delfino volvió a entrar en la habitación.

Hoy habían pasado demasiadas cosas y ahora se cansaba fácilmente, por lo que era fácil quedarse dormida.

Cuando Delfino se inclinó para besarla, pudo oler el cálido aroma que emanaba de su cuerpo, que era cautivador.

Se tumbó en la cama desde el otro lado y se movió suavemente para atraer a Yadira hacia sus brazos.

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