Matrimonio de primera romance Capítulo 321

Delfino regresó a la habitación y reflexionó cuidosamente las palabras de Sonia.

Tenía razones y eran totalmente lógicas, pero Delfino pensaba que tenía algo raro.

Delfino creía que todavía necesitaba charlar presencialmente una vez más con Arturo Lobo.

Arturo y Sonia se casaron muy temprano, sin embargo durante esos años el amor entre ellos fue reduciendo poco a poco.

En su recuerdo, Arturo fue un hombre amable y cuidadoso, con el carácter romántico que solo los artistas poseían. Aun cuando tenía mucha fama en su juventud, no dio importa a la carrera profesional debido a que quería acompañar a Sonia.

Sin embargo, en últimos años, Arturo estaba muy ocupado en celebrar las exposiciones de pinturas y participar en diversas actividades, e incluso no regresó a la familia Dominguez para pasar la navidad.

Delfino tomó la decisión, de inmediato bajó la escalera, y le preguntó a un sirviente el número telefónico de Arturo.

Cunado vivía en la familia de Sonia anteriormente, se llevaba bien con Arturo. Pero después volvió a la Ciudad Mar, el contacto fue disminuyendo.

Hasta ahora ya había perdido el contacto.

Llamó el teléfono de Arturo.

Después de sonó varias veces, Arturo lo cogió.

-¿Hola?- Arturo dijo de forma amable, algo que Jaime heredó.

Delfino contestó con voz suave, -Tío, soy yo.-

Arturo le preguntó con un poco sorpresa, -¿Delfino?-

-Sí, soy Delfino. ¿Dónde te quedas ahora? ¿Tienes tiempo para sentarte y charlar conmigo?- A pesar de que perdieron el contacto durante muchos años, sabía claramente que Arturo no lo rechazó.

Arturo callaba un rato y le dijo, -Desde luego, pero no volveré a Ciudad Mar.-

-Estoy ahora en el país M, detalladamente, en tu casa.-

El otro lado de teléfono se puso silencio de nuevo.

Delfino no apresuró a Arturo, sino que estaba tranquilo esperando su respuesta.

-Bueno. Esa exposición de pinturas terminará esta tarde y regresaré por la noche, pero no se lo digas a tu tía.-

-Lo tengo.-

Arturo regresaría esta noche justamente.

Después de que lo colgó, Delfino se relajaba y repensaba en su mente la frase de Arturo, “No se lo digas a tu tía.”

Esa frase corta comprendía muchos contenidos.

Bajo la condición de que Sonia no se lo enteraba, Arturo permitió charlar con Delfino.

Pero Delfino nunca mencionó lo que quería charlar con Arturo.

Obviamente, Arturo sabía qué Delfino quería charlar con él.

Eso fue convenio tácito entre los dos inteligentes.

***

En el atardecer, Delfino y Arturo comunicaron por la llamada y quedaron en verse en una cafetería de la ciudad.

Cuando Delfino llegó, justamente fue a las seis de la tarde.

Pidió una taza de café y eligió un asiento de ventana donde justamente podía ver el aparcamiento de la entrada, esperando a Arturo.

Después de pasar casi media hora, repentinamente escuchó varios gritos, acompañados por unos pasos ruidosos y exclamaciones.

-¡Ay! Sucedió un accidente tráfico.-

-¿Qué tal esa persona?-

-¡Llama la ambulancia ahora mismo!-

Delfino frunció el ceño levemente. Al inicio, no dada mucha importancia.

De repente, parecía que recordaba algo. Se levantó del asiento y se fue rápidamente hacia afuera.

Hizo a un lado a la multitud y caminó hacia la persona que fue atropellada por el auto.

Fue un hombre de mediana edad, cuya camisa blanca ya se había manchado por la sangre y solo el cuello vestido todavía quedó un poco de color blanco. Ya no podía reconocer su rostro original a causa del atropello.

Delfino se acuclilló, extendiendo la mano para limpiar la sangre sobre su rostro, por fin distinguió vagamente su cara original.

¡Ese hombre, fue Arturo!

El acto de Delfino se congelaba y le llamó, -¿Tío, Arturo?-

El hombre acostado en el suelo movió levemente su dedo y luego cesó la respiración.

Alguien sacó la cartera de Arturo, y dijo viendo su carnet, -Ese hombre se llama Arturo Lobo.-

-¡Dios mío! ¿Es aquel pintor?-

-Mi hija siempre quiere ver una vez su exposición de pinturas.-

En este momento, el policía ya llegó.

-Todos salgan de ahí. Salgan.-

Los policías expulsaron a los demás, luego caminó hacia Delfino y le pidió, -Ese señor, levántate por favor. No te quedes ahí y no estorbes para que trabajemos.-

Delfino se levantó con la cara sombría y se quedó en el lado sin mostrar su emoción.

Él miró que un policía extendiendo su mano examinó si Arturo tenía respiro y luego dijo a otro policía, -Cesó la respiración.-

***

Delfino fue a la comisaría con ellos. Los policías le informaron a Sonia.

Al Sonia llegar, les preguntó como si perdiera su alma, -¿Arturo? ¿Dónde está Arturo?-

Los policías se apresuraron a consolarla, -Señora Lobo, estamos lamentables mucho al enterárselo. Cuídate.-

Sonia vio a Delfino, caminó directamente hacia él y le preguntó, -Delfino, ¿qué le pasó?-

Delfino levantó su cabeza, miró a esa mujer que con ojos rojos e hinchados pero aún seguía llorando, y le dijo, -Te acompaño a verle.-

Al Sonia ver el cadáver de Arturo, se desmayó directamente.

Delfino estaba solo de pie frente al cadáver de Arturo, con el humor muy pesado.

Aun cuando Arturo no fue el padre biológico de Jaime, fue el padre biológico de Fidelio.

Fidelio y Arturo se llevaban muy bien.

Ese accidente tráfico de Arturo todavía estaba investigando. No sabía si fue una casualidad o de malas intenciones. Ahora aún no tenía conclusión.

Durante todos los procesos, fue Delfino quien ofreció informaciones y apoyos a los policías para lidiar con estos asuntos.

A la hora de terminarlo, ya fue noche avanzada.

Y en la patria, fue a mediodía.

Sentándose en el borde de la terraza de flores fuera de la comisaría, Delfino llamó a Yadira.

Solo sonó dos veces y lo cogió Yadira.

Transmitió la voz suave y cálida de Yadira por el teléfono, -¿Delfino?-

-El asunto de Jaime se lo ya he preguntado a ella.-

-¿Entonces qué te contesta ella?-

Delfino le dijo a Yadira lo que Sonia le contestó.

Yadira estaba silenciosa un rato y le preguntó, -¿Parecías que las palabras eran verdaderas?-

Obviamente, Yadira tampoco creía en esa versión.

Sin embargo, ahora no fue hora apropiada para inquirir la autenticidad de este asunto.

Delfino le dijo con voz un poco ronca, -Tío murió por un accidente tráfico.-

Yadira pensaba un ratito, se dio cuenta de que el tío de Delfino fue el padre de Fidelio.

Yadira le preguntó, -¿Le informaste a Fidelio?-

-Ya le informaron.- La voz de Delfino escondía un poco de cansancio.

-En el país M ya es medianoche. Cuídate y acuéstate un rato.- Estaban tan lejos y solo podía cuidarle por medio de las palabras.

Cuando lo colgó Yadira, Xulio la llamó.

Lo que Xulio le contó también fue la noticia fúnebre.

Xulio lo había enterado por medio de los subordinados de Horacio.

Yadira no sabía que el accidente ocurrió cuando Arturo estaba en el camino a la cita con Delfino, por lo tanto en este momento también pensaba que fue un simple atropello.

Al final, Yadira le dijo, -Xulio, vete al país M junto con ellos. El padre de Delfino acompañaría a Fidelio para irse al país M. Yo me quedo en Ciudad Mar sin problema, pero me preocupa mucho que Delfino esté solo en el extranjero.-

De hecho, Xulio también quería irse al país M con Delfino. Ahora como oyó las palabras de Yadira, perdió todo su escrúpulo, tomó el avión con Horacio y los otros y llegó al país M.

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