Cuando Yadira y Noela se apresuraron a regresar, abrieron la puerta y encontraron que la televisión en la sala de estar estaba encendida.
Yadira llamó, -¿Raquel?
Raquel se levantó del sofá, su barbilla y rostro estaban cubiertos de papas fritas, su cabello estaba desordenado y sostenía el control remoto en su mano.
Vio que los ojos de Yadira se iluminaban y la llamó con sorpresa, -Mamá.
Raquel era pequeña, había estado sentada en el sofá y estaba bloqueada por el respaldo del sofá. Yadira no podía verla.
Salió corriendo del sofá hacia Yadira descalza, sosteniendo el control remoto con fuerza en su mano.
Yadira se arrodilló porque Raquel era muy pequeña, se limpió las migajas de la cara y la levantó, -¿Qué estás haciendo?
-La tele -Raquel agitó el control remoto en su mano y señaló la tele detrás de ella.
Noela caminó hacia el sofá y echó un vistazo, vio que muchos snacks estaban en el sofá, papas fritas y caramelos, y una botella de yogur al lado.
Cuando Noela vio esto, no pudo dejar de reír, -¡Jajaja! ¡Dios mío, cómo encontró Raquel mis snacks y pudo abrirlos ella sola! Genial.
Yadira se acercó sosteniendo a Raquel y vio el desorden en el sofá, un poco estupefacta.
-¿Los tomaste tú sola? -Yadira puso a Raquel en el sofá y se puso de pie, dejando que sus ojos estuvieran al mismo nivel que ella.
La expresión de Yadira parecía un poco seria, y Raquel probablemente también sintió que la cara de su madre no estaba bien, frotando el dorso de su manita detrás de ella, parpadeó los ojos y contestó en voz baja, -Sí.
Noela empujó cálidamente a Yadira, -La asustaste.
-Mira, ensuciaste el sofá de la tía Noela, ¿no? -le preguntó Yadira, señalando las migas de snacks en el sofá.
Raquel siguió la mano de Yadira y miró, asintiendo sin comprender.
Yadira no pudo evitar suavizar su tono un poco, -No puedes ensuciar el sofá de la tía Noela la próxima vez. ¿Vas ayudar a la tía Noela a limpiarlo juntas?
Raquel respondió muy obedientemente, -Sí.
Al mirar la apariencia educada de Raquel, Yadira de repente sintió dolor en la nariz.
Ella le dio la espalda de inmediato, las lágrimas brotaron de sus ojos.
Yadira calmó su mente e hizo que su voz sonara igual que de costumbre, -Raquel, ayuda a tía Noela a limpiar el sofá juntas, tengo que ir al baño.
Después de que terminó de hablar, se apresuró a ir al baño.
Tan pronto como Yadira entró al baño, cerró la puerta del baño abruptamente, se apoyó en el panel de la puerta y se deslizó lentamente hasta el suelo, extendiendo la mano y cubriéndose la cara para reprimir el grito de llanto.
Fuera de la puerta, cuando Raquel vio que Yadira de repente se dio la vuelta y fue al baño y cerró la puerta, señaló la puerta del baño y miró a Noela sin saber qué podía hacer, -¿Mamá?
Noela, naturalmente, escuchó el llanto bajo de Yadira.
Ella sonrió y le dijo a Raquel, -Mamá se está lavando las manos y saldrá de inmediato. Raquel ayúdame a limpiar el sofá.
Cuando Noela trajo la toalla y limpió el sofá con Raquel, esta siguió mirando el baño de vez en cuando.
Noela caminó hacia la puerta del baño y llamó a la puerta, -Yadira, ¿estás bien?
La voz de Yadira pronto llegó desde adentro, -Estoy bien, ya salgo.
Yadira se puso de pie, caminó hacia el fregadero, se lavó la cara y se miró en silencio con los ojos rojos en el espejo.
Con solo ver la apariencia educada de Raquel, Yadira de repente se sintió muy triste.
Ser su hija no era nada feliz.
Desde que nació Raquel, no había podido cuidar bien a Raquel, ni poder protegerla bien.
Una vez que nació, Raquel fue reemplazada por otros, y cuando finalmente tuvieron la oportunidad de encontrar a Raquel, ocurrió otro accidente.
Ya pasaron tres años.
Nunca había participado en los tres años en los que se suponía que Raquel debía estar acompañada por su madre.
A la mayoría de los niños les gustaban las personas bonitas, si esta bonita persona la acompañaba a jugar, le gustaría aún más.
La relación entre Raquel y Noela estaba avanzando a pasos agigantados.
Yadira sacó la comida y les llamó, -Noela, Raquel, comamos.
-Ya venimos -Noela llevó a Raquel a la mesa.
Raquel corrió con ella y dijo mientras corría, -Jeje... ¡ya venimos!
Las dos se sentaron a la mesa del comedor.
Yadira trajo la última sopa, miró a Noela, burlándose de su tono, -Niña Noela, ¿te has lavado las manos con Raquel?
Noela, -No...
Durante la comida, Yadira le sirvió a Raquel platos para mezclar con el arroz.
Cuando Noela vio esto, como si de repente recordara algo, levantó la cabeza y le dijo a Yadira, -Una vez, vi que Delfino y Raquel comieron juntos en el Club Dorado. Él...
Al escuchar el nombre Delfino, Raquel levantó la cabeza y abrió los ojos, -Delfinas, mi papá.
-¿Eh? -Noela estaba un poco aturdida.
-Ella llamó a Delfino Delfinas -Yadira no pudo evitar reírse cuando habló de esto.
La arrogancia de Delfino algún día fue arruinado por otra excepto ella.
Además, era una niña que solo tenía apenas tres años.
Al escuchar esto, Noela se rio, -¿Una persona como Sr. Delfino puede dejar que Raquel lo llame Delfinas sin golpearla?
Cuando Raquel escuchó a Noela mencionar a Delfino, escuchó con mucha seriedad.
No entendió todas las palabras de Noela, pero también asintió con la cabeza como si hubiera pasado tal cosa, -Me ha golpeado.
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