Matrimonio de primera romance Capítulo 427

Yadira Jimenez regresó a la cocina de nuevo, apoyó las manos en la mesa de cocina, tomó un aliento profundo y luego encendió el fuego para hervir el agua.

Antes si ella cocinó para él, ¿cómo podría dárselo a los demás?

Ella aquietó los ánimos y continuó preparando los fideos.

Sin embargo, esta vez Yadira le preparó un tazón de tallarines mezclados con salsa a Delfino Dominguez.

Cuando lo sacó al salón, él ya no estaba aquí.

Preguntó a Xulio Ruiz, -¿Dónde está Delfino?

-El Señor fue al estudio -Xulio indicó arriba con la mano.

Yadira dio una mirada hacia arriba, y dijo, -Entonces se lo traeré.

En la cara de Xulio se mostró una sorpresa, -Señorita Yadira, usted…

No esperaba que ella fuera tan paciente.

-Antes nunca me llamó como así -volvió la cabeza mirándolo y dijo con una sonrisa.

Xulio la llamó con incertidumbre, -¿Señora Yadira?

-Subiré primero -Yadira asintió con la cabeza, admitiendo que ya había restaurado las memorias.

Xulio mostró la felicidad en su rostro, pero mientras se le ocurrió la situación de Delfino, no pudo evitar caerse en preocupación de manera involuntaria.

Antes por fin Delfino se veía haber mejorado un poco, pero ahora se volvió así de nuevo y Yadira de repente lo recordó todo.

Solo podía tratarlo como que antes de que algo bueno cumpliera, había que encontrarse con muchos tropiezos.

***

Yadira extendió la mano para tocar la puerta del estudio donde Delfino estaba.

Pero él no hizo ningún sonido.

Por lo que ella empujó la puerta directamente y entró.

Justo cuando abrió la puerta, algo se lanzó hacia ella. Yadira se puso de costado levemente y precisamente esquivó lo que Delfino había arrojado.

Después de que la cosa se cayó al suelo, Yadira le echó un vistazo y se dio cuenta de que era una taza de café, que no estaba rota incluso cuando se lanzó sobre el suelo.

Al momento siguiente, sonó el rugido de Delfino en seguida, -¡Sal!

Yadira se quedó un poco suspensa por su grito, luego cerró la puerta y se le acercó.

¡Pum!

La bandeja se colocó sobre el escritorio, produciendo un leve ruido de choque.

Los ojos de Delfino se posaron involuntariamente en Yadira mientras ella se dirigía hacia él.

Ella sacó los tallarines desde la bandeja y las puso frente a Delfino.

Se le levantaron los labios a Delfino, pero no podía notarse ningún sonrisa, -¿Solo puedes cocinar fideos?

Yadira respondió con mucha seriedad, -No, aún puedo preparar muchos otros platos. Puedes probarlos primero.

Al escucharlo, se le escapó la risa, pero que era falsa y no llegó al fondo de los ojos, -¿De dónde viene tu confianza? ¿Tengo que comer lo que preparas?

-No pensé de esa manera -Yadira bajó los ojos de modo ligero, quien se veía de un buen genio.

Delfino tendió la mano y recogió los palillos para revolver el plato unas veces, luego arrojó los palillos sobre la mesa, -Los fideos están demasiado blandos, hazlo otra vez.

Yadira sintió que el aspecto de que Delfino hiciera deliberadamente las cosas difíciles para ella era muy ingenuo.

Delfino era tan bueno con ella en el pasado, pero ahora la trató así, lo que hizo que ella se sintiera un poco incómoda.

Sin embargo, en su corazón sabía muy bien que Delfino solo se sentía inseguro ahora.

Todas las cosas que puso la realidad frente a él no se adaptaron a su memoria.

Por lo tanto, él no se adaptaría a la vida actual y se volvería irritable.

Además, originalmente era un hombre de temperamento desigual.

Ahora Yadira no estaba enojada debido a que se había puesto en el lugar de Delfino para pensar en él.

Mediante el resquicio, ella vio a Delfino, quien estaba en la habitación con los ojos profundos y el rostro sombrío, y la silla que había sido echado a patadas por él.

Yadira cerró la puerta con una cara un poco pálida.

Si ella saliera un poco más tarde, ¿lo que Delfino pateó sería ella en lugar de la silla?

Con tal carácter irritable de él, era posible suceder.

Cuando lo conoció, él ya podía controlar sus emociones, y a menudo, aunque estaba muy enfadado, lo disimuló.

Sin embargo, ahora él era realmente fácil de enojarse y perder los estribos a su gusto.

En comparación con el pasado, Delfino, quien tenía unos 20 años, parecía no ser un hombre muy equilibrado.

Ella coincidió con Xulio en las escaleras.

Le preguntó con respiración jadeante, -Señora, ¿qué pasó?

Hacía un momento el ruido hecho por Delfino sonó un poco fuertemente, Xulio preocupaba que Delfino haría daño a ella.

En sus 20 años, era joven y vigoroso, por lo que el actual Delfino no se compadecería a Yadira.

-No pasa nada, está enojado a sí mismo -diciendo así, ella no pudo evitar sonreír.

Xulio dio una risa embarazosa. Ahora cuando se enfrentaba a Delfino, tenía que trabajar con mucho cuidado, pero Yadira aún podía sonreír.

Pero, por otro lado, eso también confirmó sus pensamientos en su corazón de que sin importar en qué se convirtiera Delfino, Yadira siempre era la persona especial para él.

Viendo a ella bajando las escaleras, Xulio le preguntó, -¿Va a salir ahora, Señora?

-Sí, Raquel aún se queda en la casa de Noela, tengo que ir allá. Así que tienes que cuidar a Delfino, llámame si le pase algo -ella tenía que considerar la ambos situación de Raquel Dominguez y Delfino.

Ahora él era como una bomba de tiempo que estaba caminando, tal vez se explotaría en cualquier momento, por lo que Raquel no podía vivir en la villa.

Xulio siguió detrás de ella, -Entonces envío a alguien para que te lleve allá.

Yadira se negó, -No es necesario, vine aquí en coche.

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