El tono de Yadira no era demasiado indiferente, pero Noela se estremeció involuntariamente después de escuchar sus palabras.
Noela tomó el brazo de Yadira y se apoyó en ella como si no tuviera huesos, -Yadira, has estado viviendo con Delfino durante mucho tiempo y ahora tu habla es tan espeluznante como él.
Yadira se divirtió con ella, -Pues eres como lo que dicen esas cuentas de marketing, te estás volviendo cada vez más hermosa.
Noela la palmeó suavemente.
Cuando salieron del salón de banquetes, vieron a Apolo jadeando.
Al ver a Yadira y Noela, se detuvo, y estaba tan exhausto que dijo, -¿Por qué... salisteis... Raquel...
Yadira interceptó lo que quería preguntar a continuación, por lo que dijo, -Raquel está adentro.
-¿Eh? -Apolo miró en dirección al salón de banquetes con sorpresa.
En el segundo siguiente, Noela tomó la bolsa y le dio un golpe en la cabeza, -Te dijimos que cuidaras de la niña, pero ni siquiera pudiste hacerlo. ¡Te dijo Yadira que la llamaras si pasaba algo! Si no puedes cuidarla, ¿tampoco sabes hacer una llamada?
-¡Ay!
Apolo, quien era muy popular afuera y que todas las famosas femeninas querían amarrarse a él, en ese momento solo podía sostener la cabeza y ser golpeada por una mujer.
No solo eso, sino que tampoco podía defenderse golpeándola de vuelta.
Yadira miró por un momento a un lado, luego vio a alguien salir del salón de banquetes y tiró de Noela, -Ya está bien, párate.
El bolso de la mujer con que lo golpeó no era grande, así que simplemente podía meter un teléfono móvil, un espejo pequeño y dos lápices labiales dentro, y Apolo apenas sintió el dolor.
Apolo no se defendió porque quería calmar a Noela.
Noela se calmó un poco, pero se sintió un poco mal por Yadira.
-Lo siento, si no fuera por mi plan, Raquel tampoco...
Yadira la interrumpió, -No digas eso, Raquel es traviesa y tiene muchas ideas. ¿Cómo puedo culparos?
Ella calmó a Noela, luego se volvió para preguntarle a Apolo, -¿Qué pasó?
En el salón de banquetes salió una persona tras otra, y Yadira les indicó que hablaran mientras salían.
-Raquel dijo que tenía hambre, así que quería pedir comida para llevar a la habitación, pero ella insistió en comer bollos, así que planeé sacarla afuera... y luego...
No pudo ni siquiera cuidar a una niña, por lo que Apolo se sintió avergonzado, -Había mucha gente en el ascensor. Cuando se abrió la puerta, la niña los siguió corriendo...
Raquel solía ser una niña muy buena y, en circunstancias normales, no correría.
Yadira se quedó en silencio por un momento y preguntó, -Ella quería salir a buscarme, ¿verdad?
Apolo asintió.
-Vámonos primero -dijo Yadira, y avanzó primero.
-¿Y Raquel? ¡Ximena todavía la tiene como su tapadera ahora! -Noela se enojó al decirlo y no podía soportarlo, mucho menos Yadira.
-Está Delfino, no pasa nada -cuando Yadira se dio cuenta de que Delfino llevaba a Raquel en brazos, con mucho cuidado de cubrir la vista de Raquel.
Aunque ella y Delfino no habían hablado de si revelar la identidad de Raquel, ambos protegieron a la niña con un entendimiento tácito y no querían que ella apareciera frente al público.
Después de todo, de la relación actual entre ella y Delfino, si revelaban la identidad de Raquel tampoco aportaba nada beneficioso.
Yadira también había pensado en ese tema antes. Pensó que podría deberse a que ella y Delfino no habían sentido mucho el amor familiar, pero ambos querían darle a Raquel lo mejor y no podían tolerar que su hija fuera deshonrada por el mundo exterior.
La niña era inocente y pura, pero ella y Delfino eran demasiado conscientes de los siniestros corazones de ese mundo.
Desde el mundo exterior, Yadira y Delfino se habían divorciado hacía tres años, y pasaron muchas cosas por el medio. Además, vivió con Mariano durante un período de tiempo. Raquel tenía actualmente más de tres años. No era fácil explicar todas esas cosas, y con solo sacar una de ellas podían armar un escándalo.
Era difícil garantizar que nadie causara problemas utilizando a Raquel.
Lo más importante en ese momento era proteger a Raquel.
Por eso, ella no hizo nada en el salón de banquetes.
-¡No!
Hubo un silencio.
Xulio le entregó el teléfono en silencio a Delfino, pero éste no lo cogió.
-No me des el teléfono, no quiero hablar con ella.
Al segundo siguiente, se escuchó un sonido de "bip" proveniente del teléfono al colgar.
La mano de Xulio que sostenía el teléfono se puso rígida y giró la cabeza para mirar el rostro de Delfino.
Delfino miró el teléfono con una mala cara, -¿Me colgó el teléfono?
Xulio asintió.
-Ja -Delfino se burló. Justamente vino el ascensor, liberó una mano para presionar el botón y entró dentro.
En sus brazos, Raquel no dormía muy tranquilamente.
Estaba durmiendo sobre el hombro de Delfino, de repente levantó la cabeza para mirar al hombre y dijo, -¿Mamá?
Se había quedado dormida anteriormente pero le pareció escuchar la voz de Yadira.
Raquel movía con la cabeza y miró a su alrededor, pero no vio la figura de Yadira, por lo que miró a Delfino con una mirada de confusión.
Delfino extendió su gran palma sin expresión para presionar la pequeña cabeza de Raquel con poca fuerza contra su hombro para que siguiera durmiendo.
Luego le dijo con frialdad, -Ella no está aquí, sigue durmiendo.
Raquel estaba muy agraviada, ¿no estaban de acuerdo en ir a buscarla?
Ella masculló sobre los hombros de Delfino con las lágrimas en sus ojos, pero todavía se resistía a no dejarlas caer.
Papá era demasiado duro y extrañaba a mamá.
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