Lo que dijo Yadira fue sus verdaderos sentimientos, y estaba a punto de hundirse por la culpa.
Cuando Raquel era joven, Yadira no la protegió bien. Pero finalmente la encontró, Yadira estuvo en el hospital durante tres años sin cuidar de ella, y ahora fue arrestada nuevamente...
Nadie hubiera esperado que se llevaran a Raquel, pero ella debía ser responsable porque ella fue su madre.
Xulio escuchó las palabras de Yadira. Su rostro parecía un poco conmovido, pero aun así dijo.
–Señor no te dejará hacer esto.
–Es precisamente porque no me dejará hacer esto, así que te pido que me dejes ir. Raquel solo tiene tres años. Si fuera tu propia hija, tú que yo, definitivamente tomarías la misma decisión.
El tono de Yadira se volvió un poco ansioso.
Xulio volvió la cabeza y miró hacia arriba. Yadira siguió su mirada y le dijo,
–Delfino fue noqueado por mí. No se despertará por un rato.
–Vete –Xulio guardó silencio por un momento y finalmente se comprometió.
Delfino la amaba tanto que no podía perder a ella nada. También era imposible para Delfino escuchar lo que decía.
Afortunadamente, Xulio podía escucharlo y entenderla.
–Gracias –Yadira se volvió para salir, recordando algo repentinamente, y luego le preguntó–. ¿Dónde está Perla Jimenez?
–Ella todavía está en el sótano –Xulio dijo.
Yadira frunció los labios y le dijo,
–Quiero verla.
Así, Xulio la llevó al sótano y le advirtió antes de entrar.
–Señora, ten cuidado con los escalones.
Después de que terminó de hablar, abrió la puerta y se estuvo de pie a un lado, esperando respetuosamente a que Yadira entrara.
Yadira hizo una pequeña pausa y entendió el significado de las palabras de Xulio.
Levantó el pie y entró.
El sótano estaba muy ordenado. No había muchas cosas. Perla durmió en una cama de madera temporal.
Después de que Yadira se acercó, Perla, que había cerrado los ojos, de repente los abrió de golpe.
Perla enfocó sus ojos en Yadira, apretó los dientes y la llamó por su nombre,
–¡Yadira!
Luego giró su cuerpo para levantarse, pero no pudo hacerlo a pesar de que hizo mucho esfuerzo.
Yadira entrecerró los ojos e inmediatamente entendió que Perla recibió la medicina de Delfino. Fue la misma medicina que Perla le drogó cuando Perla se la llevó antes a Yadira.
–No has cambiado en tantos años –la voz de Yadira era muy fría.
Cuando Perla era niña, era dominante, irracional y egoísta. Cuando creció, usó todos los medios para lograr su propio beneficio y no dudó en unirse con otros para atacar a una niña.
No importaba cuántas cosas hubiera experimentado Perla, su temperamento natural fue difícil de cambiar.
–Tampoco has cambiado, desde la niñez hasta la edad adulta... –Perla se burló con un tono particularmente cruel– ¡Siempre eres una puta!
Yadira ya sabía qué tipo de persona era y ya no reaccionaría emocionalmente ante las palabras de Perla.
Antes de casarse con Delfino, realmente había considerado a Perla como una pariente durante esos años en familia Jimenez.
Sin embargo, en el corazón de Perla, no podía recordar la bondad de nadie en absoluto.
–Lo sé. Cuando me vaya, puedes quedarte aquí y disfrutarlo lentamente. Creo que Delfino tendrá muchas formas de torturarte –Yadira se rio, con tono un poco descuidado.
Perla había experimentado la manera de tortura de Delfino. Cuando escuchó las palabras de Yadira, todo su rostro cambió.
–¿Qué quieres hacer?
–Por supuesto que voy a salvar a mi hija. Y después de que me vaya, no sé qué te hará Delfino – dijo Yadira. Parecía encontrar algo muy divertido y rió en voz baja.
En este momento, el cielo ya estaba brillante y era la mañana.
Antes de que Delfino tuviera tiempo de cambiarse de ropa, caminó rápidamente hacia la puerta, la abrió y gritó furioso,
–¡Yadira!
Luego vio a Xulio que estaba fuera de la puerta.
–Señor –le llamó y se inclinó respetuosamente cuando vio a Delfino.
La mano de Delfino todavía estaba tomando el marco de la puerta. Cuando vio a Xulio de pie en la puerta, ya había adivinado algo, la mano se apretó con fuerza y le preguntó con voz ronca,
–¿Dónde está Yadira?
–Señora se fue anoche –Xulio le contestó la verdad.
Delfino no habló, mirando a Xulio con ojos agudos.
Aunque Xulio sintió que lo que dejó ir a Yadira no fue una cosa errónea, pero fue imposible que Delfino pensara así.
Bajó la cabeza con algo culpable, sin atreverse a mirar a Delfino.
–¡Vete! –después de un largo rato, Delfino levantó el pie y lo pateó.
Esta patada fue un poco fuerte, pero Xulio soportaba el dolor sin decir una palabra ni defenderse.
En este momento, cualquier excusa no tenía sentido para Delfino.
Delfino volvió a la habitación sin mirarlo y se cambió de ropa. Cuando salió, Xulio todavía estaba en la puerta.
–¿Dónde está ella ahora? –caminó hacia Xulio y le preguntó con un rostro indiferente.
Delfino fue tan inteligente, y naturalmente sabía claramente el hábito de hacer cosas de Xulio.
Xulio fue un hombre muy cauteloso. Si dejó ir a Yadira, naturalmente era imposible no hacer preparaciones para protegerla.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Matrimonio de primera
Quiero seguir leyendo...