Matrimonio de primera romance Capítulo 663

Durante el resto de los días, hasta que le descosieron los puntos del cuello a Yadira, nadie volvió a molestarla.

Mariano la llamó unas cuantas veces.

Pero sólo fue una llamada telefónica, no una visita.

Yadira no salía mucho, así que tampoco tenía noticias de Jacobo.

Cuando Yadira salió al hospital, Maximiliano la acompañó.

Dejando de lado el pasado de Maximiliano, era un guardaespaldas muy dedicado y profesional.

Y Yadira sentía que Maximiliano era un poco incómodo para ella como guardaespaldas.

Pero el propio Maximiliano no pensaba así, ni el bajo precio le desanimaba.

Un hombre así sería brillante en cada industria.

Cuando le quitaron los puntos, Yadira se recuperó unos días. Alrededor de la Noche vieja Fátima volvió a llamar a Yadira para pedirle un manuscrito.

Yadira tenía el primer borrador de Ciudad Abandonada 2 completamente terminado, y había marcado las áreas que podrían necesitar ser revisadas para pasar la revisión, y había escrito el proyecto de los cambios.

Yadira llevó el borrador al estudio de Fátima.

Cuando llegó, la recepcionista la saludó muy cordialmente, como siempre lo hacía.

—¿Dónde está tu jefe? Está en la oficina, ¿no? —Yadira y Fátima tenían una cita previa y ella lo preguntó como siempre.

—La jefe se entrevista con una invitada —inesperadamente, en cuanto sus palabras salieron de su boca, la recepcionista dijo.

—La esperaré entonces —era normal que Fátima tuviera clientes y Yadira no le dio mucha importancia.

Yadira cogió entonces una revista y se sentó en el sofá a esperar a Fátima.

Al cabo de un rato, la puerta del despacho de Fátima se abrió.

Yadira oyó abrirse la puerta y levantó la vista justo a tiempo para ver a la persona que salía del despacho de Fátima.

¡Era Ximena!

La Ciudad Mar era realmente muy pequeña.

Los dedos de Yadira, que apretaban la portada de la revista, se tensaron involuntariamente.

Cuando Ximena vio a Yadira, se sorprendió un poco, como si no conociera a Yadira.

—Señorita, ¿tiene otra visitante? —entonces se dio la vuelta para mirar a Fátima detrás de ella

Ximena fingía no conocer a Yadira.

Fátima no conocía la relación entre Ximena, Delfino y Yadira.

Si había un ganador y un perdedor, la mayor ganadora entre los tres era Ximena.

Ximena había sido humillada antes y ahora que por fin estaba con Delfino, quería hacer un alarde.

Fátima sabía exactamente lo que pensaba Ximena, pero no podía ofenderla abiertamente en este momento.

—Ximena, déjeme presentarle, esta es Yadira, es la guionista de Ciudad Abandonada —le dirigió a Yadira una mirada de “no te preocupes” e inmediatamente dijo con una sonrisa en la cara.

—Yadira, ven rápido, el novio de Ximena, que invirtió en el rodaje de Ciudad Abandonada 2 —Fátima sonrió con un poco de rigidez.

Al oír esto, Yadira se levantó de golpe para mirar a Fátima.

En cuanto Ximena se marchó, Fátima tiró del brazo a Yadira al interior del despacho.

—Yadira, puedo explicar esto —Yadira se sentó en el sofá sin decir nada, Fátima cerró la puerta con llave y se apresuró a acercarse a Yadira, diciendo un poco nerviosa:

—Hace apenas dos días, ese asistente de Delfino, ¿cómo se llama...?

—Xulio, asistente de Delfino —Yadira habló en el momento oportuno, con un tono claro y frío.

—Sí, es el que se llama Xulio que vino a verme y me dijo que quería invertir en Ciudad Abandonada 2. Definitivamente no estaba de acuerdo teniendo en cuenta tu relación con Delfino, pero luego me amenazó, diciendo si no aceptara la inversión, no podría yo conseguir la de nadie más.

—Y entonces eso es lo que viste, Ximena vino, probablemente sabía que ibas a venir hoy.

Era algo que Fátima había querido discutir con Yadira, pero había surgido algo en los últimos días y Yadira no había estado en el estudio, así que se había retrasado.

Cuando Fátima terminó, miró a Yadira un poco avergonzada, esperando que ésta dijera algo.

—¿Se ha firmado el contrato? —Yadira guardó silencio un rato antes de preguntar a Fátima.

—Todavía no —Fátima dijo apresuradamente.

—Como Delfino insiste en invertirnos, deberías firmar el contrato con él. Cuántos set quieren la inversión de Delfino, ya que él mismo nos quiere invertir, ¿por qué no lo aceptamos? —Yadira se revolvió el pelo que tenía esparcido por las orejas, y su tono era serio.

—Pero... —Fátima pensó que Yadira se opondría rotundamente, pero no esperaba que Yadira se mostrara tan solidaria en lugar de contraria.

—La cooperación empresarial tiene que ver con el beneficio, no tiene nada que ver con los sentimientos personales —dijo Yadira.

En un principio, Fátima, quien estaba contenta de trabajar con él, asintió con la cabeza tras escuchar las palabras de Yadira.

—Una cosa más, creo que Ximena debe seguir molestarte.

—Me importa una mierda —Yadira respondió con una mirada indiferente.

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