—Entonces, ¿por qué? ¿Por qué invirtió en tu guion si aún no os habéis reconciliado con él? Si está interesado en el entretenimiento, bien podría invertir en su propio Grupo Auge —le preguntó inmediatamente Noela a Yadira.
—Tal vez esté demasiado aburrido y no sabe qué hacer —dijo Yadira sin saber en qué estaba pensando Delfino, porque no encontró otra razón.
Delfino nunca gastaba su energía en cosas sin sentido. Ya había roto con Yadira, así que invertir en su guion sólo podía ser por aburrimiento.
Por supuesto, también podría ser para complacer a Ximena.
Al fin y al cabo, Ximena siempre quería provocar a Yadira.
Después de que el Grupo Domínguez invirtiera en Ciudad Abandonada 2, y Ximena, como novia de Delfino, podría hacer lo que quisiera en el plató.
Así Ximena no perdería la oportunidad de meter en problemas a Yadira.
Pensando en ello, Yadira creía que esa mujer era muy aburrida.
—No me lo creo. ¿Ha vuelto a perder la memoria Delfino? —preguntó Noela con seriedad después de un momento.
Lo dijo tan en serio que Yadira casi se lo creyó.
Pero la verdad fue que Delfino estaba bien, no le había pasado nada, simplemente no quería estar más con Yadira.
—No. Me echó de la villa después de nuestra pelea...
—¡¿Qué, Delfino realmente lo hizo?! ¿En qué estaba pensando? No es que no puedas permitirte comprar una casa —interrumpió Noela a Yadira.
Yadira esperó a que Noela terminara antes de continuar:
—Me fui entonces, pero siempre había pensado que Delfino nunca quería realmente romper conmigo, podría haberlo hecho por otras razones. Después de todo, este hombre ha arriesgado su vida para salvarme.
Cuando Yadira recordó el pasado, se dio cuenta de que ella y Delfino tenían muchos recuerdos inolvidables.
Delfino era un hombre perfecto, aparte de ser un poco paranoico de vez en cuando.
—Tienes razón. Pero, ¿ le pasó algo al Jefe Delfino? —Noela estaba de acuerdo con Yadira y siguió preguntando.
Yadira se dio cuenta de que esta vez Noela le trató a Delfino del jefe.
Noela era directa, solía llamar a Delfino por su nombre cuando estaba molesta con él y por Jefe Delfino al ver que Yadira tenía razón.
—No estoy segura —continuó Yadira con un suspiro—. Y fui a verlo.
Entonces Yadira le contó a Noela lo que había sucedido después de haber ido sola al Club Dorado a hablar con Delfino.
—El idiota de Jacobo no te hizo nada, ¿verdad? —Noela inmediatamente le preguntó a Yadira.
—No. Pero Delfino apenas me habló, incluso cuando Jacobo me hizo eso, no se levantó ni mucho menos me ayudó —Yadira explicó sin poder evitar reír, pero con burlas.
Noela no sabía qué decir al respecto.
Había pensado que Delfino, aunque parecía frío, era en realidad un hombre de gran afecto.
No podía creer que Delfino hubiera abandonado a Yadira.
Sin embargo, las palabras de Yadira la obligaron a creer que Delfino estaba decidido a no estar más con Yadira.
Después de todo, Jacobo había acosado sexualmente a Yadira delante de él y no había hecho nada al respecto, lo que significaba que ya no amó más a esta mujer pobre.
Miró a Yadira, que estaba tranquila pero Noela sabía lo perdida que estaba.
Delfino había roto con ella a la desesperada, pero Yadira le seguía queriendo.
—No te quedes fuera hasta muy tarde, ¿vale?
Noela hizo el gesto de OK y la agente se fue, entonces Noela abrió las bolsas.
Yadira se acercó y vio que las bolsas contenían dos uniformes de instituto.
—Sorpresa, ¿verdad? —preguntó emocionada Noela a Yadira mientras sacaba los uniformes.
—Sí —dijo Yadira con calma.
—Por favor, Yadira, mi próxima obra es del tema escolar y necesito recordar lo que es ser una estudiante.
Noela vio que a Yadira no le interesaba, así que le dio el uniforme.
—Vamos, chica.
Yadira se puso entonces el uniforme por encima del jersey.
—Dios mío, después de tantos años, todavía eres tan... —dijo Noela, mirando a Yadira.
Yadira cogió una almohada y la lanzó a Noela:
—Ya basta, no digas más tonterías, ¿eh?
Hoy Yadira tenía el pelo largo y castaño, la piel blanca, era guapa y simpática con su uniforme escolar.
Noela se levantó y corrió de un lado al otro de la sala, gritando.
Yadira saltó sobre el sofá y la persiguió como lo hacían en la escuela.
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