Cuanto más leía Noela, más bajaba su voz, hasta que finalmente dejó de leer.
Miró asombrosamente a Yadira y susurró,
—No creo que esta noticia es cierto, sabes que hoy en día muchos medios hacen correr rumores para llamar atención al público.
Yadira hizo clic sobre el video a continuación.
Debido a que fue tomado en secreto, el video estaba borroso, pero se podía ver que era Delfino.
En el video, Delfino salió de un edificio y fue Ximena quien lo siguió.
El fondo era una zona residencial de alto nivel, debió ser la que vivía por Ximena.
Yadira miraba el video una y otra vez.
Al verla así, Noela se sintió muchas lástimas por ella y tomó su teléfono móvil,
—Déjalo ya.
Yadira no notó la compasión en el tono de Noela, tomó el teléfono, abrió el video, lo puso a la mitad y presionó el botón de pausa.
Luego, le entregó el teléfono a Noela,
—¿Sabes dónde está este barrio donde vive Ximena?
Noela le dio a Yadira una mirada confundida y empezó a recordar atentamente la ubicación de esa comunidad mirando la imagen.
Después de un rato, Noela levantó la cabeza y dijo,
—Conozco esta comunidad. Antes quería comprar una casa y había considerado este barrio, pero al final no la compré, porque estaba demasiado lejos de la empresa.
Yadira ya le había pedido a Fatima la dirección de Ximena antes y era la misma que Noela le había mencionado.
—¿Qué vas a hacer? —preguntó Noela viendo el gesto discursivo de Yadira, sintió que ella estaba planeando en algo.
Yadira guardó el celular y levantó levemente los ojos, —Iré a confirmar algo.
—¿Qué es lo que quieres confirmar con la dirección de Ximena? Noela no podía entender cada vez más los pensamientos de Yadira.
—No es algo de mayor importancia. Yadira le dio unas palmadas en su hombro:
—Descuida, estaré bien.
Aunque Noela estaba un poco preocupada, confiaba en que ella sabía hacer las cosas con precaución, por lo que no preguntó más.
Noela se quedaba un rato más a jugar con Raquel y luego se retiró.
Por la noche, Yadira estaba preparando unos ingredientes para cocinarlos en la Nochevieja y en este momento sonó el teléfono.
Era un número desconocido.
Había pasado mucho tiempo sin recibir una llamada así.
—¿Con quién hablo? Yadira sosteniendo el teléfono en una mano y con la otra removía los ingredientes en el refrigerador.
Delfino dijo antes que tendría una cita en la Nochevieja, por tanto, no tenía que llevar a Raquel de regreso.
Aunque solo quedaba Ella y Raquel para pasar la Nochevieja, igual quería preparar más platos.
Después de todo, era la cena de Nochevieja.
—Yadira, mañana ya es la Nochevieja, vuelvas a casa a cenar con nosotros. Era la voz de Cristóbal.
Yadira frunció levemente el entrecejo, volvió a ver el número y continuó diciendo, la Nochevieja es un día que se reúne toda la familia, ¿quién soy yo para ir allá?
Cristóbal no había pensado mucho antes de hacerle esta llamada, simplemente la recordó hace poco y marcó su número.
Aunque sabía que existía contradicción entre Yadira y la familia, las palabras de Yadira seguía siendo un poco frío.
Cuando Henrico se enteró de que Yadira no volvería, inmediatamente dijo en voz alta,
—¿No va a volver? ¿Cómo puede ser tan insolente, acaso cree que todavía es la señora del Grupo Domínguez?
En los últimos dos años, el Grupo Jiménez había estado en una recesión, por esta razón, Henrico se volvió más violento. A Cristóbal le dio fastidio al ver su rostro horrible.
—No importa si ella es la señora del Grupo Domínguez o no, ¡es tu hija, eso nunca va a cambiar!
Realmente no entendía cómo era posible que Henrico y Yadira se odiaban tanto.
Henrico abrió bien los ojos y rugió,
—¡Mi hija es Perla!
—Entonces, ¿sabes lo que hizo tu querida hija? Contratar asesinos, abusar de las drogas, tener relaciones con muchos hombres, ¿es así como debes educar a tu hija?
Cristóbal ya había investigado lo que había hecho Perla.
Antes tampoco era un hombre decente, pero tenía su límite y nunca tocaba droga como hacía Perla.
¡Plaf!
De repente, Henrico abofeteó a Cristóbal con mucha fuerza,
—¡Cállate!
Al recibir un impacto tremendo, la cabeza de Cristóbal se quedó inmóvil por unos segundos.
Cristóbal miró a Henrico con un gesto despreciable diciendo:
—El estado del Grupo Jiménez ha empeorado en los últimos años, además, nuestros nuevos productos estarán a punto de salir a la venta, pero no tenemos el presupuesto para pagar a una estrella famosa. El drama de Yadira es muy popular y debe tener buena relación en la industria entretenimeinto, si ella está dispuesta a ayudarnos en este momento, nuestra situación mejorará.
Después de que terminó de hablar, Cristóbal se burló, tiró la colilla al suelo y se fue.
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