Matrimonio de primera romance Capítulo 785

Una vez que se dictó el veredicto, Yadira pudo finalmente vivir con Raquel en paz. Sin embargo, ella y Delfino volverían a encontrarse después.

Desde ese incidente, ella se había ido al extranjero y no había visto a Delfino durante mucho tiempo.

Cuando Noela y Apolo se fueron, Yadira sacó su teléfono y llamó a Delfino. Pensó que éste estaba tan ocupado con los preparativos de la boda que tal vez no le contestaría la llamada, pero lo que la sorprendió fue que la llamada fue atendida pronto.

Yadira dijo directamente:

—El veredicto ya ha sido dado. Creo que tenemos que hablar.

Tras un momento de silencio, Delfino dijo:

—Estaré disponible pasado mañana. Ven a verme al Grupo Dominguez. —Cuando terminó de hablar, éste colgó el teléfono.

Yadira bajó lentamente la mano que sostenía el teléfono, ya que desde un principio, su mano no dejaba de temblar.

***

En la fecha concertada, Yadira fue al Grupo Dominguez para encontrarse con Delfino.

Cuando llegó al vestíbulo, llamó directamente a éste, diciendo:

—Estoy aquí.

No mucho después, apareció Delfino.

Ambos fueron a la cafetería no muy lejos del Grupo Dominguez. Parecía ser el mismo lugar donde fue engañada por Delfino la última vez.

Se sentaron frente a frente, pero solo había frialdad en el rostro de Yadira.

—Hoy me llevaré a Raquel. Si quieres verla, puedes contactar conmigo. —Yadira resistió el disgusto en su corazón y habló con serenidad cada palabra.

Ahora que Ximena estaba embarazada, a Delfino no le importaba mucho Raquel. Era posible que no quisiera ver a Raquel en el futuro, pero Yadira aún tenía que decírselo.

Cuando Yadira terminó de hablar, miró a Delfino y esperó su respuesta.

Delfino se apoyó tranquilamente en el respaldo del sofá y miró a Yadira con expresión indiferente, como si no hubiera pasado nada entre ellos...

Yadira apretó en silencio sus puños con fuerza, pero su fuerza de voluntad no era comparable a la de Delfino.

Desde el principio hasta final, todo su cuerpo se mantuvo rígido.

Después de un rato, Delfino le preguntó:

—¿Tienes algo más que decir?

—He oído que te vas a casar. Ja, Felicidades. —Los ojos de Yadira se llenaron de burla.

Delfino removió con una cuchara el café que tenía delante y dijo despreocupadamente:

—Gracias.

No dijeron mucho, pero ya habían terminado lo que debían decir.

Yadira se levantó y se fue.

Solo entonces, Delfino levantó la cabeza e intentó mirar a Yadira. Sin embargo, ya no había quedado rastro de ella.

Siguió removiendo el café que tenía delante una y otra vez, revelando la irritación de su corazón.

Después de salir de la cafetería, Yadira llamó a Xulio y le dijo:

—Ayudante Xulio, no hace falta que vuelvas a ir a recoger a Raquel en el futuro.

—Lo sé. —Xulio también sabía lo del veredicto.

Tras colgar el teléfono,Yadira dejó escapar un suspiro de alivio y se dirigió a la guardería.

Después de recoger a Raquel, ambas volvieron a casa juntas. Cuando acababa de entrar en el barrio, la detuvo un hombre que caminaba hacia ella.

Raquel no había visto a Miguel desde hacía días, pero aún se acordaba de él y gritó:

—¡Tío Miguel!

Miguel era muy bueno para ganarse el corazón de las chicas, e incluso Raquel cayó en su encanto.

—Raquel, cuánto tiempo sin verte. Ahora estás aún más adorable. —Miguel se acuclilló en el suelo y estrechó la mano de Raquel.

Raquel sonrió felizmente. Estrechó la mano de Miguel y le dijo seriamente:

—Sí. —Yadira estaba cortando verduras.

Noela reflexionó un momento y dijo:

—Debes de tener en claro lo que quiere, ¿no?

Yadira respondió:

—Sí.

—¿Entonces por qué lo invitaste a cenar? —Noela probablemente sabía cómo era Miguel, así que estaba un poco preocupada.

Yadira hizo una pausa y dijo:

—No importa. A Raquel le gusta él, y tampoco es una mala persona.

—¡¿Estás planeando...?! —Noela se dio cuenta de que su voz era demasiado elevada. Bajó la voz y continuó—. ¿Estar con él?

—Es posible. —Yadira bajó la cabeza, para que nadie pudiera ver las emociones en sus ojos.

Noela pensó en lo que había pasado en este año. La miró y suspiró ligeramente, diciendo:

—En realidad, siempre pensé que vivirías sola en el futuro, es bueno que puedas pensar así.

—Uno tiene que mirar hacia adelante en su vida, ¿no? —Cuando Yadira dijo esto, estaba ligeramente distraída.

Aunque se lo dijo a Noela, sonaba más como si estuviera tratando de persuadirse a sí misma.

—Eso es verdad... —Noela miró a Yadira. Ella siempre sintió que ella no podía dejar ir a Delfino tan fácilmente, sin embargo, también sintió que Yadira parecía de alguna manera diferente.

El timbre de la puerta sonó.

—Debería de ser Miguel. Iré a abrir la puerta. —Como anfitriona, Yadira debería abrir la puerta para recibir a sus invitados.

Sin embargo, cuando abrió la puerta, Yadira se quedó boquiabierta.

—¿Apolo? —La persona que vino era Apolo.

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