Matrimonio de primera romance Capítulo 946

Yadira se limitó a reírse de las palabras de Josefa. Al ver su compostura, Josefa mostró una cara ligeramente seria y la miró en silencio.

En la mesita de café, junto a Yadira, había frutas y aperitivos. Ella se estiró para tomar un tentempié y luego miró a Josefa:

—¿Quieres un poco?

Josefa resopló con frialdad y giró la cabeza. Yadira empujó otro plato de bocadillos hacia Josefa. Josefa no tomó ninguno, mientras Yadira disfrutaba del suyo, mirando a Josefa con interés. Ambas permanecieron en silencio.

Cuando entraron Delfino y Xulio, Yadira estaba casi llena.

Delfino se adelantó a Xulio y abrió la puerta de un empujón.

—Yadi... —Justo cuando abrió la boca y pronunció la palabra, su expresión cambió y no hubo palabras.

Yadira le sonrió.

—Has vuelto.

—Sí.

Enfadado, Delfino se lanzó hacia Yadira.

La sonrisa de Yadira era amable.

—Josefa dijo que había venido a buscarte.

—¿Así es?

Al oír esto, Delfino se volvió para mirar a Josefa. Una luz fría brillaba en sus ojos, y su aura era intimidante.

Josefa había hecho muchos recados para Mariano, y eso le daba la oportunidad de conocer a mucha gente influyente. Sin embargo, era la primera vez que venía sola a buscar a Delfino.

Por lo visto, él la ponía nerviosa.

En aquel entonces, siguió a Mariano a través del fuego y del agua y vio la forma en que Mariano trataba a los demás. Pero al final, Mariano perdió ante Delfino.

Cuando Delfino se acercó, Josefa se levantó inconscientemente y miró a Delfino con recelo.

Delfino parecía frío, sus ojos brillaban con un odio asesino. Josefa retrocedió, pero detrás de ella estaba el asiento y no había forma de escapar.

Antes de que Delfino diera un paso más, Josefa dijo:

Cuando Delfino y Josefa salieron, Yadira preguntó:

—Xulio, ¿cuál crees que es la moneda de cambio de Josefa?.

—Ya que se atreve a venir, debe de tener una baza que podría dar un giro a las cosas —dijo Xulio, mirando en dirección a la puerta.

¿Cuál era la baza? Yadira recordó que durante la charla, Josefa le dirigió una mirada significativa.

Yadira se preguntó si ella era la baza que Josefa utilizaba para negociar con Delfino. De repente, Yadira se dio cuenta de las cosas que Delfino había hecho antes. Como él apreciaba a Yadira, ella se convirtió en su debilidad.

Si ella fuera Delfino, y estuviera en su posición, ¿cómo podría manejarlo? Yadira se rió.

Sintiendo su risa como algo extraño, Xulio preguntó con cuidado:

—Señora Domínguez, usted...

—Estoy bien.

Aunque dijo eso, no podía dejar de reírse, como si algunos recuerdos divertidos volvieran a ella.

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