Raquel Dominguez disfrutó del drama junto a la puerta y esperó un rato, pero Delfino Dominguez y Miguel Maroto no se pelearon. Suspiró decepcionada y volvió al restaurante.
El ambiente de la sala estaba tenso. Y Delfino se mantenía frío como si se levantara y echara a Miguel diendo una coz en cualquier momento.
Yadira Jimenez rompió el hielo y preguntó a Miguel,-¿Cómo has estado?
-No está mal. Mariano Magrina ha sido acusado de matar a mi padre. -Miguel miró las piernas de Yadira.
Yadira sabía que Delfino se había aprovechado de Miguel de alguna manera. No estaba segura si Miguel era consciente de ello.
Yadira dijo ligeramente,-Felicidades.
Miguel parecía tener algo más que decir.
Sin embargo, solo miró a Delfino, y luego recogió el agua y la tomó.
-¿Algo más? -Delfino miró a Miguel.
Pero antes de que Miguel le respondiera, Delfino levantó ligeramente la mano y dijo: "Acompaña al señor Miguel.
Xulio Ruiz se acercó. , -Señor Miguel, por aquí, por favor.
Yadira dijo: "Te acompañaré".
Al oír esto, Delfino frunció el ceño y volvió la cabeza para mirar a Yadira. Yadira no escapó a su mirada,-Puedo acompañarlo solo.
-Yadira -Delfino parecía estar advirtiéndola, pero Yadira no cedió.
Ella y Miguel eran amigos, y entre ellos no había nada de qué avergonzarse. Sin embargo, Delfino no estaba seguro y tenía que controlarla completamente.
Yadira era tierna, pero eso no significaba que no tenía su propia idea. El deseo de control de Delfino era muy fuerte y quería que ella fuera solo suya. Ella tiene que hacer algo, de lo contrario, él estaría cada vez más paranoico.
Yadira y Miguel eran buenos amigos. Era normal que salieran y charlaran. También era normal que su padre se sintiera enfadado.
Raquel se subió al sofá fácilmente con la ayuda de sus manos. Se sentó al lado de Delfino.
Inclinó la cabeza para mirar a Delfino y dijo cuidosamente,-¿Papá?
Delfino la ignoró. Raquel alargó la mano para agarrar el dedo de Delfino.
La niña tenía las manos pequeñas y solo podía agarrar uno de los dedos de Delfino con una mano.
Dijo seriamente, con los ojos grandes y brillantes,-Delfino, no has comido mucho. Debes tener hambre. Vamos a comer algo".
-No, no estoy de humor. - Aunque Delfino rechazó la sugerencia de Raquel, no le quitó la mano.
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