Mi Chica Melifluo romance Capítulo 114

Dulce no dudó. Compró temporalmente un par de zapatos en una pequeña tienda y se apresuró a reunirse con Daniel Silva. Si pudiera cooperar con él, éste sería su primer pedido.

Dulce estaba desesperada por tener éxito, por probar su capacidad.

Dulce se sentía nerviosa y emocionada. Tras salir del ascensor y respirar profundamente, se enderezó el maquillaje antes de dirigirse al despacho de Daniel.

La secretaria le llevó a la puerta del despacho y ella oyó el agradable sonido de hablar desde el interior.

Le encantaba reír. Tenía una gorda barriga y parecía amable. Pero Dulce creía que la sonrisa de Daniel parecía astuta.

—Señor Silva, la señorita Dulce ha llegado.

La secretaria llamó suavemente a la puerta y pidió sus instrucciones.

La persona que estaba dentro susurró unas palabras y luego colgó. Luego, la voz de Daniel sonó.

—Entra, por favor.

Dulce respiró ligeramente y entró con una sonrisa.

—Hola, Señor Silva.

—Hola, Señora Dulce.

Daniel apoyó la mesa con una mano y con la otra señaló el gran sofá de cuero rojo oscuro.

—Siéntate. Estoy tan ocupado últimamente que no he tenido tiempo de charlar contigo. Julia, trae mi té. Señora Dulce, prueba un poco. A tu padre le encantaba beber té. ¿Estoy en lo cierto?

—Sí, no espero que todavía te lo acuerdes.

Daniel ya había cogido las llaves del coche, el teléfono y el maletín y se dirigió a la salida.

—Sí, vamos a celebrar un evento en el nuevo resort forestal de la empresa en agradecimiento a nuestros Vips. Los otros accionistas e invitados han llegado anoche. Nos cuesta más de dos horas llegar desde aquí, así que, si el camino va bien, llegaremos a tiempo para comer.

Dulce estaba indecisa.

«Si voy a un sitio así con un hombre, es posible que alguien me veje.»

—Vamos, salgamos ahora a tomar aire fresco. El bosque está lleno de oxígeno fresco, algo que no puedes disfrutar en el salón.

Daniel abrió la puerta, la vio aún sentada y la saludó.

Dulce tuvo que levantarse y le siguió. Llamó a Gonzáles Severo y al director Juan y les dijo a dónde iba. Gonzáles no dijo nada, mientras que el director Juan estaba, por supuesto, encantado. No le importaba que Dulce saliera durante tres días mientras pudiera conseguir el trato.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi Chica Melifluo