Mi dulce corazón romance Capítulo 190
Después de un momento, Briana Vega forzó una sonrisa y dijo:
—Sólo lo he dicho casualmente, ¿por qué estás tan atacada? Si no lo has hecho, ¿por qué temes?
Cordelia Vega se burló:
—Las palabras de la gente puede arruinar a alguien, hay que tener guardia a eso, pero no importa lo que piensen los demás, me vale mientras que tú no creas que soy esa clase de persona.
Briana no entendía qué quería decir con eso.
¿Qué quería decir con que mientras ella no creyera que fuera esa clase de persona?
¿Cuándo se había preocupado de su opinión?
Briana se burló en su interior, pero su expersión permaneció igual.
Este fue el final de una discusión.
Cordelia se sentó en su lugar para prepararse para el maquillaje y el peinado. Briana, que hoy tenía una escena más temprana, ya había terminado su peinado y salió con Yoli Donato.
Cordelia hizo guiño a Nora Costa, que estaba de pie en la esquina.
Nora obedeció y las siguió.
En el rodaje, la escena ya estaba montada y Rodrigo, a pesar de no estar en el mejor humor esta mañana después de lo que pasó, cumplió con su deber y se sentó detrás de la cámara.
Briana estaba en medio de la escena, escuchando al instructor de artes marciales que le estaba explicando los siguientes movimientos. Mientras al otro lado había varios hombres enmascarados y vestidos de negro que interpretaban de asesinos.
Después de la explicación del director de artes marciales y un fuerte grito de acción, se activó la cámara y comenzó el rodaje.
Yoli miró a su alrededor, vio que nadie le prestaba atención, se escabulló hacia un lado sigilosamente.
El escenario estaba lleno de gente y era caótico. Yoli atravesó la multitud, fue directamente en dirección al hotel sin detenerse.
Nora la siguió desde la distancia, persiguiéndola con cuidado.
El hotel estaba a sólo siete u ocho minutos. Cuando llegó, la vio subir a la segunda planta y fue a un camarero en un rincón.
—¿Dónde están las cosas?
—¿Qué cosas?
La otra parte estaba un poco confundida.
—¿No sacaste esas comidas y bebidas con sustancias cuando limpiaste la habitación esta mañana?
La otra parte estaba aún más confundida ante sus palabras.
—¡No vi ningún resto de comida o bebida!
La expresión de Yoli se tensó.
—¿No has limpiado la habitación?
—La limpié, pero no he visto ningún resto de comida o bebida, ¡deben haberlo terminado!
—¿Cómo es posible? Aunque los terminaran, debería haber envases, ¿los has visto?
El camarero negó con la cabeza.
La cara de Yoli cambió por completo.
El camarero pensó por un momento, y pareció reaccionar ante lo sospechoso del asunto, enseguida cambió de cara y susurró:
—¡Se habrán dado cuenta…!
—¡Estupideces!
Al no poder encontrar las cosas, Yoli se puso nerviosa y dio varios pisotones.
—¿Qué podemos hacer? No he recuperado las cosas, y como Briana se entere, ¡me castigará!
—¡O simplemente podrías decirle que has tirado las cosas! De todos modos, no lo sabrá.
—No. No has visto nada adentro, así que lo habrán escondido ellos, si le miento ahora, le digo que he tirado las cosas, y el director Rodrigo las vuelve a sacar después, ¡Briana definitivamente me va a matar!
La cara del camarero se puso tensa al oír eso.
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