Mi dulce corazón romance Capítulo 206

Lo más importante era que Bosco Alfaro era el dueño joven del Grupo Alfaro y ahora se desempeñaba como gerente general.

Aunque el Grupo Alfaro no era comparable a las plutocracias como el Grupo Clemente, pero al menos en la ciudad J, se considera uno de los mejores conglomerados.

Era concebible que Bosco estaba muy preocupado todos los días.

Pero él estaba dispuesto a dejar su trabajo, y vino a traerla la sopa personalmente. ¿Qué clase de novio era?

Muchos actores jóvenes estaban conmovidos.

Briana Vega estaba muy orgullosa, sostuvo el termo y no paraba de sonreír.

Compartió la sopa con varias actrices, y otra vez recibió muchos elogios.

Al ver esta escena, Cordelia Vega no pudo evitar mover los labios.

De repente recordó lo que Bosco le dijo anoche.

No sabía qué pasaría si a Briana supiera eso.

Pensando en esto, de repente tuvo una idea malvada.

—Nora, Briana le quiere mucho a Bosco. Si se separen en futuro, ¿crees que se volverá loca?

Nora Costa se quedó parada y luego curvó los labios con disgusto.

—Son escorias, hacen buena pareja naturalmente. Más vale que estén juntos, así no lastimarán a los demás.

—Tienes mucha razón.

Luego entrecerró los ojos y sonrió.

—Pero es necesario haber un obstáculo en el camino del amor, ¿no crees?

Nora no entendió muy bien lo que se refería. Pero como Cordelia no lo explicó, entonces no preguntó más naturalmente.

Después de un rato, se fue la gente. Briana tomó el brazo de Bosco y caminaron hacia el camerino.

Al ver esto, Cordelia le dijo a Nora:

—Casi ya es la hora, vámonos.

Nora asintió.

Tan pronto las dos entraron al camerino, escucharon a la conversación entre Briana y Bosco:

—La sopa está deliciosa, ¿me traes más mañana?

Bosco le tomó la mano y le acarició su cabeza con cariño.

—Está bien.

—Bosco, ¡qué bien me tratas!

—Porque nuestra Briana se merece.

Al llegar a la puerta, cuando oían que dijeron, no pudieron evitar poner la piel en gallina por el asco.

Ay...

¿De verdad que las parejas hablaban cosas tan cursis e hipócritas? Esta forma de hablar se pareció más un montaje.

Cordelia respiró hondo, y sus hipocresías le dieron ganas de vomitar.

—Hermana, ¡Has venido aquí también!

Al verla, Briana la saludó con una sonrisa.

Cordelia, no la miró con frialdad, sino que asintió y le respondió con una sonrisa también. Luego le dijo a la maquilladora que estaba a su lado:

—Por favor.

La maquilladora la conocía muy bien. Como la actuación de Briana y Bosco, la dejó sin palabras. Ahora viendo a ella, pareció que viniera su salvadora, entonces respondió rápidamente:

—Por fin ya vienes.

Cordelia sonrió y se sentó en la silla.

Afortunadamente se mantenían la relación aparentemente, de lo contrario era difícil para todo el mundo quedaba con las dos al mismo tiempo en un camerino.

Todos se pusieron nerviosos por las dos secretamente, luego Cordelia de repente preguntó:

—Por cierto, ¿ya has encontrado a tu asistente?

Briana estaba un poco enojada cuando alguien mencionó este tema.

Pero frente a Cordelia, naturalmente no podía mostrar su angustia.

Así que apretó los dientes en secreto y dijo con una sonrisa hipócrita:

—¡Todavía no! Pero no debería pasar algo malo. Ya envié a gente a buscarla. No te preocupes, hermana.

—Así está bien, después de todo, es tu asistente. Siempre ha estado contigo todo el tiempo. Es bueno si no le pasa nada malo. Si no, no puedes escapar de la responsabilidad, ¿verdad?

Briana estaba tan enojada que apretó los puños y se quedó callada.

Desde que Yoli Donato desapareció esa noche, envió gente a buscarla a todas partes, incluso al hospital.

Pero no la encontró, como si esta persona se hubiera desaparecido repentinamente en este mundo.

Al principio pensó que Cordelia la había atrapado cuando estaba robando.

Sin embargo, al ver la gente por internet le hablaba cada día peor, Cordelia todavía mantuvo en silencio. Si hubiera atrapado a Yoli, definitivamente habría preguntado la verdad. Y luego respondería para demostrar su inocencia.

Pero hasta ahora no había declarado nada, eso significaba que Yoli no estaba en su mano.

Esta especulación le hizo sentirse alivia.

Yoli aún estaba desaparecida, eso como una cuerda que estaba colgando en su corazón.

«¡No sé dónde se ha metido esta maldita chica! ¡Cuando la encuentre, debería darle una lección importante!»

Pensando en esto, un resplandor feroz oscuro brilló en sus ojos.

Bosco naturalmente sintió la tensión entre las dos, pero no pudo decir nada.

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