Mi dulce corazón romance Capítulo 233

—¿Entonces qué quieres hacer?

—No te preocupes, eres mi hermana y no seré tan cruel contigo.

Dio un paso atrás y señaló a los hombres detrás de ella.

—¿Los has visto? Lo preparé especialmente para ti. Quiero saber si Aurelio realmente te ama tanto. No te mataré. Dejaré que te violen y luego te enviaré de regreso. Quiero saber si Aurelio te tolerará.

Después de que Briana terminó de hablar, inyectó una botella de líquido azul en el cuerpo de Cordelia.

De repente entró en pánica.

—¿Qué estás haciendo?

—Relájate, solo te hago sentir más cómoda cuando tienes sexo con ellos. De lo contrario, ¿qué pasa si no puedes soportar?

Después de hablar, sonrió y le tocó la cara de Cordelia antes de irse.

La tez de Cordelia cambió drásticamente.

Después de que Briana se fue, los hombres caminaron hacia Cordelia.

Cordelia negó con la cabeza.

—¡No me acerquen!

—Querida, no tengas miedo, no te lastimaremos.

—¡Vamos! ¡Te haremos sentir muy cómoda!

***

Diez minutos después.

Todo el sótano estaba en silencio.

Cordelia estaba tirada en el suelo, sus muñecas tenían muchas heridas por la lucha, pero ya no sentía el dolor...

Sentía mucho frío y su cuerpo parecía estar empapado en agua fría.

Sabía que podría estar muriendo.

¡No, ella no podía morir!

Se mordió la lengua con fuerza, tratando de mantenerse despierta.

No muy lejos, alguien estaba luchando y parecía querer levantarse.

Rápidamente noqueó al hombre antes de que se levantara, pero su fuerza estaba casi agotada.

Se apoyó en la pared, esforzándose por salir, pero incluso dar pasos era muy difícil.

Originalmente pensó que lo que Briana le inyectó eran medicinas que le hacían que tuviera relaciones sexuales.

Ahora parecía que no era ese tipo de droga.

No podía quedarse aquí, de lo contrario, si Briana regresaba, realmente no podría irse.

El teléfono sonó. Nora lo llamó.

—¿Qué pasó? —rápidamente contestó el teléfono.

Incluso si solo escuchaba la voz, Nora podía sentir sus emociones.

Nora estaba muy asustada, pero el asunto era serio y tenía que informarle de inmediato.

—¡Señor Aurelio, Señora Cordelia...ha desaparecido!

—¡¡¡¿Quéeee?!!!

Nora explicó rápidamente la causa y el efecto del incidente.

—Señor Aurelio, lo siento, sé que debo asumir toda la responsabilidad de este asunto, pero ahora lo más importante es encontrar a la Señora Cordelia.

Aurelio respiró hondo y dijo con frialdad:

—¿Dónde estás ahora?

—Estoy en Villa Clemente.

—¡Revisa de inmediato el video de vigilancia de toda la ciudad, y estaré de regreso de inmediato!

Regresó rápidamente al país en una avión privada.

Después de tres horas y media, Aurelio llegó a Villa Clemente.

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