Mi dulce corazón romance Capítulo 59

Aurelio se reclinó en la silla y lo miró con una sonrisa.

—Recuerdo haber dicho que solo soy responsable de la inversión, y no participaré ni en la elección de actores ni en las filmaciones.

Lucas sonrió con torpeza.

—Lo sé. ¡Pero, esta es una situación especial!

Tragó saliva porque no se sentía confiado.

Aurelio rio perezosamente.

—¿Ah sí? ¿Qué tipo de situación especial es esta?

—Mira, mi idea es ya que Cordelia se ajusta tanto al personaje de Elvira, podemos dejar que ella interprete este papel. Si Briana quiere, puede interpretar a Gadea, pero de esta manera, mmm... seguramente retire la inversión que había hecho al principio, así que...

Él sonrió avergonzado, su intención ya era muy obvio.

Aurelio enarcó una ceja.

—¿Quieres que invierta más?

Lucas asintió.

—¡Sin problema!

Aurelio abrió el cajón de su escritorio, tomó un cheque y escribió algo allí.

Luego lo puso frente a Lucas.

—¡Invertiré otros 6 millones por mi cuenta! ¡La condición es que a Cordelia no se le permita actuar en esta obra!

Los ojos de Lucas se abrieron en grande.

Con una cara de increíble miró el cheque que estaba en el escritorio y luego a Aurelio.

—Pero, ¿por qué?

Dios sabía que ya había planeado en su mente cómo persuadir a Cordelia para que participara en ese drama.

Teniendo en cuenta su actuación de hoy, podía garantizar que Cordelia era definitivamente una actriz potencial.

Había dos tipos de actores, uno era innato y el otro era adquirido.

Los adquiridos naturalmente habían mejorado sus habilidades de actuación a través del trabajo duro, y los innatos eran los que nacieron para ser actores, estaban hechos para actuar en los escenarios y aparecer en las pantallas.

Había estado en esa industria durante décadas, así que no podía haber fallado. Cordelia era realmente una actriz con don de actuar, y si él le echara una mano para mejorar sus habilidades, ¡ese drama definitivamente sería un éxito total!

¡No podía entender por qué Aurelio se negaba!

Aurelio se sentó allí, lo miró y se mofó.

—¡Excepto ella, puedes elegir a quien quieras para interpretar la protagonista! Y no quiero darte más información, ¡puedes largarte!

El rostro de Lucas cambió constantemente, estaba más que maravillado.

Quería echar su ira, pero no se atrevía; quería razonar, pero Aurelio dejó claro que no lo escucharía.

Al final, solo pudo levantarse enojado para marcharse.

A mitad de camino, se acordó de algo y se dio la vuelta para llevarse el cheque con la computadora.

Aurelio miró la imagen furiosa de su espalda y rio con desdén.

¿En qué estaba pensando? ¿Quería que su mujer fuera filmar su drama?

Era un trabajo muy duro que se hacía bajo condiciones muy difíciles, encima había tantas escenas de batalla, ¿y si se lastimara?

Lo más importante era que de hecho había escenas de sexo y escenas de besos.

¡Qué ridículo! ¡En sus sueños aceptaría su propuesta!

Por otro lado, Cordelia no sabía nada de que alguien le había rechazado una oportunidad.

Después del almuerzo, recibió un mensaje de Lucas y fue a su empresa con Nieves.

Después de firmar el contrato, cuando estaban por marcharse, Lucas la miró con una expresión de culpable y dijo muchas cosas sin sentido.

Cordelia estaba estupefacta.

Pero no pensó demasiado. Ahora que Nieves tenía trabajo, tenía que conseguirle un asistente.

La empresa tenía una organización desastrosa en el aspecto de recursos humanos. Por la tarde regresó a la empresa para organizar bien ese aspecto y contrató un asistente que tenía pinta de inteligente para Nieves. Entonces se quedó tranquila.

También hubo avance en el caso de Rubén.

Después de su recordatorio, Rubén finalmente descubrió a través de la cuenta que la chica había recibido recientemente algunas grandes sumas de dinero.

La persona que le envió el dinero no era otra que la madre de Rubén, que también era la tía de Aurelio, Rosa Godoy.

¡Eso ya era muy exagerado!

Hacía recordar a la gente la típica escena de los dramas en que la malvada suegra usaba el dinero para obligar a la pobre novia de su hijo a romper con su hijo y desparecer de su vista.