—¡Eso! Aparte de ser una “estrella de alfombras”, que no tiene obras e intentar perder tiempo para lucirse más en la alfombra roja de las galas internacionales, ahora está demorando en una celebración escolar para lucirse, es realmente lamentable. Si tenéis tiempo de estar discutiendo aquí, ¡sería mejor comprar visualizaciones a vuestra pequeña hipócrita!
—¡Mentira! Briana no es una “estrella de alfombras”. ¡Fue invitada por el anfitrión!
—Sí, sí, todos los años es invitada y no presenta ninguna obra. Solo vuestra pequeña hipócrita tiene tanta cara de ir y ni se avergüenza.
—A diferencia de nuestra Chantal, no quiere ir de ninguna manera si su obra no ha sido preseleccionada para los premios. ¡No hay formas, porque Chantal es tan digna y se avergüenza fácilmente!
—Aunque Briana no tiene ninguna obra preseleccionada, ¿qué pasa si insisten en invitarla?
—¡Eso! ¡Grupo de envidiosas! ¡Os estáis pasando!
Había mucha discusión en la galería de fans y algunos de los fans de Briana Vega estaban casi llorando por la ira.
En la alfombra roja, la sonrisa de Briana se quedó rígida por un instante.
No obstante, ella fingió rápidamente no haber escuchado aquellas críticas y volvió a la normalidad.
Al ver que Cordelia Vega no la quería hacer caso, se dio la vuelta ingeniosamente y le dijo a Bosco Alfaro:
—Bosco, aquí hace frío, ¡vayamos al asiento de invitados y nos sentemos ahí!
Mientras hablaba, abrazó débilmente sus brazos descubiertos.
Sin embargo, después de esperar varios segundos, Bosco no respondió.
Ella frunció el ceño levemente y miró hacia arriba.
Y vio a Bosco mirando fijamente en la dirección donde estaba Cordelia, y sus pupilas se llenaron de sorpresa.
El rostro de Briana se puso malhumorado por un momento.
Los dedos de sus brazos se apretaron con fuerza, su envidia y su ira casi iban a estallar como un volcán, pero al final ella logró aguantarlo.
Conteniendo una sonrisa falsa, dijo con rigidez:
—Bosco, ¿qué estás mirando?
Finalmente, Bosco recuperó su conciencia en ese momento y dijo rápidamente:
—Nada.
La sensación de ironía y odio cruzaron apresuradamente en los ojos de Briana.
Ella respiró hondo, levantó una tierna sonrisa y volvió a mirar a Cordelia.
—Cordelia está muy hermosa esta noche, ¿verdad?
Bosco estaba en trance, quería asentir, admitiendo que aquella mujer era realmente muy hermosa.
Era incluso más hermosa que la última vez cuando la había visto en la fiesta de cumpleaños de Briana.
Después de separarse de él, ella parecía un diamante bruto que se iba puliendo gradualmente, volviéndose cada vez más deslumbrante.
Le hizo que sintiera angustias y… ¡arrepentimientos!
Pero Bosco negó con la cabeza de todos modos.
Miró a Briana y sonrió.
—No tan hermosa como tú.
Briana se burló levemente.
—¡Pero todos la están felicitando! Bosco, ¿no te arrepientes?
Bosco dudó un instante, sacudió la cabeza y se estiró para coger la mano de Briana.
—¿Qué dices? Te elegí y no me arrepentiré. No importa la belleza externa, porque algún día desaparecerá con el tiempo. Lo que me gusta es tu personalidad, eres gentil, sensata y decente.
Briana lo miró fijamente a los ojos.
Por un momento, sonrió suavemente.
—Lo sé, eres quien más me ama.
—Sí.
La actuación de Chantal no necesitaba más elogios, Ronaldo Oriol, el presidente del Grupo Oriol, mimaba mucho a su hija y la dejaba decidir en casi todas las cosas de su vida.
Excepto dos cosas, que nunca había dejado el control, eran la carrera y las relaciones amorosas de su hija.
De las relaciones amorosas, siempre y cuando algún artista masculino tuviera rumores con Chantal, desaparecía de la industria del entretenimiento.
En términos de la carrera, Ronaldo no quería que su hija fuera a la industria del entretenimiento, pero no pudo rechazar a Chantal y, después de haberla aceptado a regañadientes, la estuvo escoltando.
En casi todas las películas y series de televisión en las que había participado Chantal, se podía ver el nombre de Grupo Oriol en la columna de inversores.
Chantal se esforzaba bastante, actuaba bien y tocaba bien el instrumento. También estudió pintura tradicional en su tiempo libre.
Mientras que la señorita no perdiera los estribos, sería la dama más perfecta.
Por eso, Ronaldo estaba cada vez más satisfecho con esta hija.
La consecuencia fue que Ronaldo no sentía que hubiera alguien digno de su propia hija y todos los que se atrevieran a provocar a Chantal serían prohibidos a estrenarse en el escenario.
Chantal siempre había pasado de la actitud tan dura de su padre.
De todos modos... no le gustaba aquellas personas que la habían intentado provocar.
Quien le gustaba...
¡Quien le gustaba no quería provocarla en absoluto!
En el escenario, Chantal esbozó una sonrisa irónica, como si a las cuerdas bajo sus manos tuvieran vida, sonaban cada vez más lúgubres y conmovedoras.
En su melodía, contaba la historia de un fénix que había caído profundamente en el amor por una bella.
En la esquina, un hombre joven estaba de pie contra la pared, mirando en silencio en dirección al escenario.
Llevaba una gorra de visera negra y su rostro apenas se veía claro en la penumbra, pero hizo más evidente su temperamento frío y salvaje.
Alguien pasó junto a él, lo golpeó accidentalmente y se disculpó en seguida.
—Lo siento chico. ¿Eh? Eres…
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